IGUALADA. Iniesta controla el balón ante la presencia de Mario Cotelo. / EFE
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El Barcelona tropieza con los palos y con Abbondanzieri y no pasa del empate

Los jugadores azulgrana fueron incapaces de batir a un Getafe exhausto Al final, Manu del Moral tuvo en sus manos la victoria en un par de ocasiones

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El Barça seguirá viendo al Real Madrid desde la lejanía por culpa de la mala fortuna en un partido más serio que efectivo, adornado con tres disparos a la madera que le impidieron superar al Getafe. Los azulgrana arriesgaron hasta la extenuación pero nunca pudieron batir a un Abbondanzieri, providencial para su equipo.

Los de Rijkaard se pusieron manos a la obra desde el pitido inicial. Si alguien quería cuestionarle no iba a ser por su falta de voluntad. A su buena actitud le faltó, como casi siempre esta temporada, pegada y regularidad.

Los azulgrana dieron sensación de un control a menudo estéril y falto de profundidad ante un Getafe bien posicionado. A este Barça le pierde la escasa confianza de la mayor parte de sus jugadores y sobre todo la ausencia de un Messi capaz de desmontar cualquier entramado táctico en un pírrico instante. Esa circunstancia provoca que su habitual dominio del balón carezca a menudo de la profundidad necesaria para desbaratar la resistencia de su rival.

Pese a esas carencias, el Barça sumó varias opciones de cierta entidad ante la meta de Abbondanzieri. Un remate de Eto'o a la madera y un par de buenas maniobras de Henry le sacaron de la monotonía.

El Barça tampoco iba sobrado de físico. Milito, que en la primera mitad se cebó de forma inexplicable con De la Red repartiéndole un par de caricias sin sentido, y Eto'o, pasaban a la reserva. La entrada de Giovani se dejó notar. El mexicano, en su primera intervención de mérito, estrellaba su zurdazo en el palo izquierdo de Abbondanzieri. No sería el último. Hubo un tercero mediada la segunda mitad en un cercano remate de Xavi repelido de nuevo por el poste.

Los tres palos evidenciaban que el Barça se merecía la victoria. Su deseo chocaba con la mala fortuna y con una excesiva tensión que desguarnecía de forma muy peligrosa su retaguardia. El Getafe, con De la Red de improvisado central, lo esperaba con ansia. Manu del Moral lo tuvo en sus manos en un par de contraataques que los visitantes no supieron resolver.