Un operario cambia la hora en un reloj público./ ARCHIVO
se adelanta el reloj

El domingo cambia la hora

La adaptación al horario de verano afectará "considerablemente" a las personas, en general, y en mayor medida a los insomnes, al descontrolar "el reloj interno"

MADRID Actualizado: Guardar
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Los relojes se adelantan en toda la Unión Europea en cumplimiento de la Directiva Comunitaria que rige el denominado Cambio de Hora, incorporada al ordenamiento jurídico español por Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo, con el objetivo de lograr un ahorro energético.

El cambio de hora empezó a generalizarse a partir de 1974, cuando se produjo la crisis de petróleo y algunas países decidieron adelantar los relojes para aprovechar más la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación.

En 1981 se adoptó la primera directiva europea, que se renovaba cada cuatro años hasta que en 2001 se decidió adoptar el cambio horario con carácter indefinido. Así, la actual norma establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la hora de verano (en el que, como ahora, se adelanta el reloj una hora), y su finalización (el reloj se retrasa una hora), produciéndose los últimos domingos del mes de marzo y octubre, respectivamente.

Los pros y contras del cambio

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) el potencial de ahorro en iluminación propiciado por el cambio podría alcanzar el 5%, equivalente a 300 millones de euros.

El cambio de hora afectará "considerablemente" a las personas, en general, y en mayor medida a los insomnes, al descontrolar "el reloj interno", según asegura el neurofisiólogo -que estudia la fisiología del sistema nervioso- del Hospital Clínico de Santiago Manuel Peleteiro.

Frente a los que defienden el cambio horario por los costes energéticos que puede suponer, el doctor Peleteiro es contrario a esta medida porque, además de los trastornos de salud que conlleva, "trae más costes que el ahorro energético". Así, ha explicado que el reloj interno "lo controla la luz" y ha puntualizado que los gallegos "van forzados con respecto al sol", que es el que marca el ritmo. "Había que ir al trabajo a las 9.00 y no a las 8.00 porque tenemos que ajustarnos a la naturaleza lo máximo posible", ha explicado.

Con respecto a los costes económicos, Peleteiro ha señalado que "no salen las cuentas" porque "hay el mismo gasto en electricidad", pero ha advertido del gasto generado por los accidentes laborales y de tráfico, además del incremento del consumo de medicamentos (somníferos) que puede provocar la descompensación del sueño.

El problema del sueño causa irritabilidad

El neurofisiólogo ha comentado también que al estar somnoliento las personas pueden ser "más torpes" y tener un tiempo de reacción "más lento", lo que puede motivar, entre otras situaciones, "enfados en el trabajo, con la pareja o la familia". Asimismo, ha afirmado que el problema de sueño derivado del cambio de hora puede "afectar al humor de la personas" y causar "irritabilidad". Sobre todo, insiste en la incidencia sobre las personas insomnes --un 10% de la población--. "Afecta a cada individuo en función de la calidad de su sueño".

Ante esta situación, el doctor Peleteiro ha recalcado que "no hay más solución que acostarse un poco más temprano" para adaptarse al cambio horario, sobre una media hora antes de lo habitual, según matizó.

Al respecto, ha manifestado que "no hay más consejos" y ha estimado entre uno y dos días el tiempo para adaptarse al cambio de hora, mientras que en el caso de insomnes se puede prolongar hasta un mes "o más", dependiendo del caso de cada uno. "A las personas que duermen seis horas le afectará poco, pero a las que necesitan ocho horas o más, sí lo notarán bastante", ha concluido.