Hora ahorrada

uando los ciudadanos de la UE adelantemos esta madrugada una hora el reloj, estaremos cumpliendo escrupulosamente con una directiva comunitaria destinada a ahorrar un 5% en el consumo de energía. Gastar menos modificando el tiempo vital es, seguramente, la única iniciativa que los ciudadanos europeos han asumido colectivamente en aras a mejorar la eficiencia energética, aunque su cumplimiento continúe despertando controversia por los trastornos anímicos que provocan los cambios en los ciclos de luz. Al convertir la norma en indefinida, la Unión dictaminó que los efectos benéficos de los atardeceres en el horario de verano bien merecían unos días con el descanso descompensado. Aunque es más que probable que una buena parte de la población no encuentre mañana justificación para el sacrificio de una hora de sueño a fin de conseguir un bien más intangible como la reducción en la factura energética común.