Cádiz C.F.

Cadistas con fines distintos

Antonio Calderón y David Vidal llegan a Carranza con la obligación de sumar los tres puntos para seguir acercándose a dos objetivos muy diferentes a principios de Liga

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Poco le importan a los dos que hayan sido maestro (David Vidal) y alumno (Antonio Calderón), respectivamente. La situación de sus equipos no les hace reparar en el colega que se sentará a pocos me-tros de su banquillo en la banda de Carranza aunque si se les pregunta sólo tienen palabras de elogio el uno con el otro.

Pero ni Vidal -que verá el en-cuentro desde la grada por estar sancionado- ni Calderón están para recibir halagos ni para concederlos. Ambos coinciden en perseguir dos objetivos que no eran los pensados en un primer mo-mento en sus respectivos clubes.

Por un lado, está el veterano entrenador gallego pero afincado en Cádiz que, tras conseguir de una forma holgada la permanencia, se encuentra con la obligación moral de pelear hasta la última jornada por subir a Primera División al tener a su equipo a tres puntos de los puestos de ascenso.

En la otra parte se encuentra Antonio Calderón, si bien éste no se ha encontrado más que con problemas a lo largo de su estancia en el banquillo cadista. No obstante, el entrenador gaditano goza de una de las plantillas más caras de la categoría de plata y en su estreno como entrenador LFP no sólo no ha conseguido meter al equipo en la lucha por el ascenso sino que incluso lo está adentrando en unos más que peligrosos surcos que se encaminan hacia la lucha por la permanencia en Segunda.

El Cádiz los proyectó

Entre otras cosas, los dos le deben al Cádiz ser entrenadores. An-tonio Calderón se hizo como futbolista en el club amarillo y en la actualidad, tras entrenar en Es-cocia y pasar por las categorías inferiores del Cádiz, ya está al frente del primer equipo. Su gran labor al frente del Cádiz B le hizo ganarse un nombre dentro de la afición cadista. Pero no fue hasta la llegada de Mariano García Re-món, entrenador colocado por el efímero presidente cadista Arturo Baldasano, cuando Calderón tuvo que hacerse cargo de un equipo que no estaba dando la talla con el gato de Odesa.

David Vidal se muestra eternamente agradecido al Cádiz de Manuel de Irigoyen, quien le dio la oportunidad de mantenerlo como segundo entrenador durante cinco años mientras aprendía de cada preparador que iba llegando.

Tras estos cinco años como segundo, Vidal tomó las riendas del primer equipo y comenzó su dilatada y experta carrera en los banquillos. Como dato anecdótico, el entrenador gallego es junto al actual entrenador del Murcia, Javier Clemente, el único que se mantiene en activo desde la temporada 1988/89.

Sus años en la profesión le dan derecho a opinar sobre quien fuera su pupilo y el papel que está llevando a cabo en un cargo que estaría encantado de volver a tomar. Vidal se muestra convencido de que «hay que tener paciencia con el proyecto de Calderón y darle continuidad. Seguro que, poco a poco, consigue sacar a flote al Cádiz».

Sin embargo, y aunque se encuentra muy a gusto en su actual club, volvió a dejarse querer por el equipo cadista, al que estaría encantado de volver a entrenar. Sin ir más lejos, ayer en Punto Radio recordó una conversación que mantuvo con Antonio Muñoz cuando éste se encontraba buscando entrenador para sustituir a Jose González. «Le dije a Antonio Muñoz que estaba libre si quería un entrenador y me respondió que a ver si me llamaba algún día», bromeó el gallego.

De la misma forma, dejó claro que se siente gaditano y como prueba las raíces que ha echado en la Tacita. Además, se mostró de lo más campechano al comentar que «todo el mundo sabe donde estoy. Llevo 7 años viviendo en la calle Amilcar Barca y hace 34 que lo hago en Cádiz. Quien quiera encontrarme sólo tiene que verme tomando el sol en el Paseo Marítimo».

El sentimiento de Vidal por Cádiz viene a ser idéntico al que siente Calderón por su tierra. Ya antes de entrenar al primer equipo, el joven técnico se sentía un privilegiado por poder estar al frente del filial amarillo por el mero hecho de ser gaditano.

Cadistas y gaditanos -aunque uno de adopción- con fines distintos en el partido de ayer. Calderón no tiene en su cabeza más que una victoria ante el Elche sino quiere ver de nuevo su puesto peligrar mientras que David Vidal tiene en sus manos volver de nuevo al primer orden de la actualidad nacional si consigue un nuevo ascenso a Primera, esta vez con el Elche. Para ello, intentará poner piedras en el camino de uno de los que fue su alumno.

acarbonell@lavozdigital.es