Yousuf Raza Gillani se dirige a los parlamentarios paquistaníes antes de comenzar la votación de la que ha salido elegido como primer ministro. /AFP
Yousuf Raza Gillani

El recién elegido primer ministro de Pakistán deja en libertad a los jueces detenidos por oponerse a Musharraf

Con 264 votos a favor de los 328 emitidos, el Parlamento ha elegido al candidato del Partido Popular de Pakistán (PPP), la formación de la fallecida Benazir Bhutto

ISLAMABAD Actualizado: Guardar
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Con 264 votos a favor de los 328 emitidos, el Parlamento paquistaní ha elegido al candidato del Partido Popular de Pakistán (PPP), Yousuf Raza Gillani, como nuevo primer ministro del país. Su primera medida ha sido ordenar la puesta en libertad de todos los jueces del Tribunal Supremo que fueron encarcelados por oponerse al presidente Musharraf durante el estado de excepción decretado el pasado mes de noviembre.

El dirigente de la formación de la fallecida Benazir Bhutto, vencedora en las elecciones de febrero, ha recibido el apoyo, entre otros, de la Liga Musulmana-N del ex primer ministro Nawaz Sharif y del Partido Nacionalista Awami, formaciones que han acordado formar Gobierno con el PPP. Gillani se ha impuesto claramente al candidato de la oposición, el diputado de la Liga Musulmana-Q que apoya al presidente Pervez Musharraf, Chaudhry Pervaiz Elahi, que ha obtenido 42 de los 306 votos válidos.

Gillani ha realizado una breve intervención en la que ha apuntado que "el sacrificio de Bhutto ha posibilitado la restauración de la democracia". Asímismo, Gillani ha anunciado que el Parlamento aprobará una resolución para pedir a la ONU que investigue el asesinato de la ex primera ministra, que falleció en un atentado el pasado 27 de diciembre en Rawalpindi. El PPP ya había pedido con insistencia esta investigación, aunque Musharraf la descartó y varias potencias occidentales consideraron difícil abrirla al no haber un segundo país implicado.

El nuevo primer ministro tomará mañana posesión de su cargo en una ceremonia que será presidida por Musharraf. El dirigente del PPP se convierte así en el vigésimo segundo primer ministro en la Historia de Pakistán y en el tercer político del PPP que consigue acceder a ese puesto, después del fundador del partido, Zulfikar Alí Bhutto (1973-1977), y de su hija Benazir, quien dirigió el Gobierno en dos etapas (1988-1990 y 1993-1996).

Primera medida, primer mensaje a Musharraf

Tras las palabras de Gillani, cientos de manifestantes han roto el cordón policial y han accedido a la residencia en Islamabad del ex presidente del Tribunal Supremo, Iftikhar Chaudry, detenido y privado de todo contacto con el exterior desde noviembre. La policía no ha impedido el acceso de los partidarios del juez, que ha salido a recibirlos al balcón acompañado de su familia y su abogado, Aitzaz Ahsan, aunque Chaudhry continúa bajo custodia.

Tan sólo el Parlamento puede, con dos tercios de los diputados de la cámara, levantar la orden de arresto que pesa sobre los jueces y restituirlos en su cargo. Esto pondría en aprietos a Musharraf, ya que Chaudhry llevaba un caso sobre la validez de su reelección presidencial, aunque el actual Supremo lo cerró recientemente.

Abucheos al candidato derrotado

En su intervención parlamentaria, el candidato perdedor, Elahi, ha señalado entre constantes abucheos que su formación "no va a crear problemas a las instituciones" y ha añadido que espera "que el nuevo Gobierno complete su legislatura".

El vicepresidente del PPP, Amin Fahim, quien durante un mes había sonado como el principal favorito para el puesto y que ha mostrado su disgusto con el proceso de elección de candidato en el seno de su partido, ha salido en defensa del candidato de la formación que apoya a Musharraf. "Ningún líder político debe ser insultado", ha lamentado.

Varios líderes de la formación han sugerido que, en lugar de Fahim, el viudo de Bhutto, Asif Alí Zardari, prefería en el cargo a un miembro del partido que estuviera dispuesto, más adelante, a cederle el sillón de primer ministro. Zardari no puede acceder inmediatamente a la jefatura de Gobierno al no tener escaño, algo que subsanaría participando en unas "by-elections", en virtud de las cuales un diputado de su partido renunciaría a su escaño y se celebrarían elecciones en su circunscripción para que Zardari pudiera presentarse.