FUNERAL. Una mujer increpa a Trillo. / SUR. ARCHIVO
ESPAÑA

Trillo se desentiende del Yak y endosa la responsabilidad a la cúpula militar de la época

El ex ministro del PP se remite a un real decreto aprobado en su mandato que le libera de sus competencias en la contratación de vuelos

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El ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa ha declarado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, que investiga presuntas irregularidades en el alquiler del avión Yak-42, que él no tuvo nada que ver con la contratación de ese aparato, que se estrelló en Turquía en 2003 y causó la muerte de 62 militares españoles que regresaban de una misión en Afganistán. El dirigente del PP culpa del alquiler a los militares del Estado Mayor Conjunto (Emacon), que fueron subordinados suyos.

En una declaración escrita que ocupa 33 folios, remitida el viernes al instructor del sumario y enviada ayer a las partes, Trillo asegura que no tuvo ninguna competencia en ese asunto. Su intervención como responsable político máximo del Ministerio de Defensa, explica, se limitó a decidir «la participación de España en las misiones internacionales», pero señala que «son las autoridades militares las que asumen las competencias operativas y logísticas de la misión».

En la quinta respuesta del cuestionario, el ex ministro de Defensa remite a un Real Decreto aprobado el 21 de diciembre de 2001, durante su mandato, que «atribuye al Jemad por desconcentración del ministro y del secretario de Estado la facultades de contratación». Para apoyar su tesis, Trillo echa mano del lenguaje jurídico y administrativo y recalca que, «en la desconcentración, a diferencia de la delegación, el jefe del Departamento se desprende definitivamente de sus competencias».

A partir esas premisas, Trillo echa mano de la fórmula «no era de mi competencia» para evitar responder a todas las preguntas relacionadas con el proceso de contratación del avión. Toda la responsabilidad se la endosa al Emacon y al Comandante del Mando Operativo Conjunto, órganos castrenses encargado del planeamiento, conducción y ejecución de las operaciones.

Sobre sus manifestaciones públicas que después se demostraron falsas, como que el avión tenía todos los permisos en regla y había pasado todas las revisiones, también culpa a los militares, por informarle mal.