DOS GOTAS DE AGUA. Pablo Hernández y Natalio Lorenzo están teniendo trayectorias idénticas desde que salieron de la cantera valencianista. / LA VOZ
Cádiz C.F.

Tras los pasos de Pablo Hernández

Valenciano, de la cantera ché y con cuatro goles en su haber, Natalio ha conseguido emular la actuación del ahora futbolista del Getafe, un amigo que le desea lo mejor

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Como dos gotas de agua. Pablo Hernández y Natalio Lorenzo. Las similitudes entre ambos son enormes. Un año más tarde, la historia se repite, y es el xiquet de Canals quien sigue los pasos de un castellonense que deslumbra por los campos de Europa.

Valencianos de nacimiento y valencianistas de formación, amigos fuera de la cancha, y hermanados por la grada de Carranza. La afición cadista coreó ayer el cántico que ya sonó la temporada pasada, aunque con otro protagonista: Natalio, quédate.

Hasta físicamente se parecen. Menudos, rápidos, y con una juventud que les augura un brillante futuro en la elite del fútbol español. Ambos se criaron en la cantera de Mestalla. Pablo estaba en el filial mientras que Natalio empezó en la escuela valencianista, en el Cracks.

Como cientos de chavales, se vieron obligados a emigrar, si bien se quedaron muy cerca. Curiosamente, los dos pasaron por el Castellón, donde han dejado una huella imborrable, y por distintos equipos del levante español (Onda y Villajoyosa, respectivamente).

Su confirmación llega de la mano del Cádiz. Pablo aterriza en diciembre en la Tacita siendo un desconocido que viene de Segunda B, y Natalio baja de categoría en enero al no contar con la confianza de su entrenador. Y su destino sigue los mismos pasos.

A sus llegadas, sus entrenadores les dan toda la confianza necesaria y les alinean en el once titular a las primeras de cambio. Jose González apuesta por el recién llegado en el primer encuentro, y Calderón le da entrada en el segundo. La pareja responde. Son los únicos que marcan la diferencia (con la salvedad de Lobos), y se convierten en la referencia ofensiva de sus equipos.

Goleadores

Pablo jugó 1703 minutos y logró cuatro goles. Natalio lleva los mismos tantos en 660 minutos. Son las ventajas del delantero, aunque el interior destacó en su faceta como asistente con muchos pases de gol.

Pronto llamaron la atención de los equipos de Primera. Mucho antes de que acabara la temporada, el Getafe ya había firmado al castellonense. En Almería, Emery, Benito y compañía ya lo reclaman para la próxima temporada. Lamentablemente, y pese a sus buenas actuaciones, ninguno pudo lograr que el equipo peleara hasta el final por el ascenso.

Por segundo año consecutivo, el mejor del Cádiz se marchará en junio y todos les recordarán. La afición ya tiene nuevo ídolo. Natalio ha ocupado en su corazón el vació que dejó Pablo Hernández. Pero sólo será por un tiempo.

De la misma escuela

Pablo Hernández sigue desde Getafe las evoluciones de su antiguo equipo y de Natalio. «Lo conozco bastante porque somos los dos de la escuela del Valencia y mantenemos el contacto desde aquellos años en la cantera. Hablamos de vez en cuando», comenta el castellonense.

«Me alegro de que le vayan tan bien las cosas y aún más de que sea en el Cádiz», confiesa Pablo. «Estoy seguro de que dará un gran rendimiento y será muy querido por la afición cadista, que es muy agradecida. Este equipo me ha dado mucho y nunca lo olvidaré», vaticina.

Hernández habló con el ex del Almería pocos días después de que se confirmara su cesión al club de Carranza. Le aseguró que es «el mejor sitio a donde puedes ir en Segunda División», y le citó para verse pronto en Primera, «y ojalá sea con el Cádiz», algo que parece una utopía.

Reconoce los paralelismos entre ambas historias. «El Valencia no confiaba en mí y por ello tuve que irme a Cádiz. En Almería tampoco creían en Natalio y ahora está demostrando su calidad. Somos dos jugadores jóvenes a los que nos están saliendo bien las cosas y él tendrá la próxima temporada su oportunidad en Primera».

Son de la misma quinta, aunque Natalio es un año mayor que el del Getafe (el ahora cadista tiene 24 primaveras).

El cadismo los adora. Sigue con expectación las andanzas del castellonense y ya considera al de Canals a su jugador insignia de esta temporada. Pero se queda con la tristeza de que ambos llegaron tarde, y se fueron demasiado pronto. Ha sido un visto y no visto.

jaguilera@lavozdigital.es