DESOLADO. Carlos Calvo y toda la plantilla del Xerez Deportivo abandonaron Anoeta con la moral por los suelos. / LA VOZ
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Cuarenta y seis avisos de descenso

El Vecindario, que bajó a Segunda B, es el único equipo que ha acumulado en los últimos años una cifra de goles en contra parecida a la que en estos momentos arrastra el Xerez

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El dato no invita al optimismo: 46 goles en contra en la jornada 27. Una cifra negativa que sólo ha superado en los últimos años el Vecindario de la temporada pasada. Un equipo que descendió de categoría seis jornadas antes de que acabara la competición.

Y es que por mucho que Miguel Ángel Rondán ya avisara durante la pretemporada de lo importante que era armar al equipo con una buena defensa, los avisos se han venido repitiendo hasta la jornada 27. Exactamente se han producido cuarenta y seis llamadas de atención, cuarenta y seis tantos en contra que están cavando la tumba del Xerez Deportivo en Segunda División B.

Es cierto que la plantilla continúa agarrándose a las matemáticas o que es suficiente con imponerse en la mitad de los encuentros que quedan. No pueden bajar los brazos, obviamente es su obligación, pero lo cierto es que el dato de los goles en contra, así como el de las escasísimas victorias es demoledor.

En las últimas siete temporadas -campañas en las que el Xerez ha permanecido de manera continuada en la categoría de plata del fútbol nacional-, sólo el Vecindario ha acumulado unos varemos similares a los de los azulinos.

Es cierto que el caso del conjunto canario es algo más sangrante, pues a estas alturas de la competición el equipo entrenado por Fernando Castro Santos arrastraba un saldo de goles en contra de 52 tantos. Tras los blanquinegros, aparece en ese ranking negativo el Deportivo con sus actuales 46 dianas en contra, y para encontrar algo parecido durante estos siete últimos años hay que mirar al Levante de la 01/02 o al Ciudad de Murcia de la 04/05, que arrastraban 41 goles en contra en la jornada 27. El referente valenciano es muy negativo, ya que al final de la temporada los azulgrana acabaron con sus huesos en Segunda División B (aunque a la larga llegaron a Primera), pero el Ciudad de Murcia tenía un perfil muy parecido al del Xerez Deportivo de estos momentos. Ambos son equipos abiertos que encajan muchísimos goles a costa de hacer otro buen puñado de ellos.

A la hora de buscar culpables, en estos casos se suele mirar a la línea defensiva, pero todos los técnicos apuntan a un inoperante sistema defensivo del equipo al completo, más que a unos malos centrales o laterales. De cualquier manera, no se puede dejar de lado el bajo nivel que están ofreciendo los laterales, y especialmente el centro de la defensa.

Cualquier tiempo pasado...

Repasar las últimas siete temporadas es un auténtico martirio para los azulinos, pues posiblemente ahora se den cuenta de lo que no han disfrutado antes. Cualquier tiempo pasado fue mejor, y parece irreal comprobar cómo hace sólo dos temporadas, el equipo que preside Joaquín Morales ocupaba el primer puesto de la tabla de clasificación a estas alturas de la competición -por cierto, en ese año de Lucas Alcaraz, justo por debajo de los azulinos aparecía un Lorca que una campaña más tarde también dio con sus huesos en Segunda División B-.

Lo más doloroso, es que la tónica de estas últimas siete campañas ha sido la de no salir de la mitad alta de la tabla de clasificación. Una única excepción durante estos siete años: el final de la etapa Gil Silgado, con Esteban Vigo al frente del equipo. En aquella ocasión el malagueño logró salvar la situación. Ahora el xerecismo espera y desea que se repita la historia.

sgalvan@lavozdigital.es