AGUACERO. La lluvia fue la protagonista del choque. / J. C. C.
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El Xerez B naufraga de nuevo en La Juventud y pierde ante el Cartaya

Chaparrón y un tremendo jarro de agua fría fue lo que cayó ayer sobre La Juventud y al Xerez B. El filial xerecista volvió a perder una semana más, en esta ocasión ante el Cartaya por dos goles a tres. El conjunto azulino fue capaz de lo mejor y lo peor.

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Encuentro completo el desplegado por el cuadro local, que a pesar de comenzar perdiendo en el marcador supo sobreponerse a las adversidades, ayer el campo de La Juventud parecía una piscina, aunque se pudo remontar el partido. Pero los chavales, además del agua soportada durante los noventa minutos, no sabían que lo peor iba a llegar en los últimos ocho minutos del envite.

El cuadro onubense echó el resto y en dos balones colgados al área xerecista, de cabeza remontó el partido para llevarse los tres puntos del feudo azulino.

Si la permanencia se pagaba ya muy cara, cada partido que pasa las expectativas de salvarse es mínima. Ayer incluso, el preparador azulino, Antonio Puche, al finalizar el choque, manifestó que «la cosa está complicada». Un partido donde el fútbol, el toque de balón y el juego brillante no aparecieron por el estadio jerezano. El estado del campo solo dejó abusar del pelotazo largo y dejar vía libre a algunas jugadas individuales, como las del xerecista Tete, pero poco más en un terreno de juego impracticable.

El primer tanto iba a llegar a los diez minutos de partido. Una falta botada por Guarte fue rematada dentro del área de cabeza por Curro, que abría de esta forma el marcador. Fue entonces cuando el Xerez B no se arrugó y empezó a crear peligro. Varios balones colgados al área, pero la suerte no aparecía por el área. Sí llegó para dar un golpe de moral antes del descanso. Álvaro Cabeza pisó área y muy habilidoso levantó la pelota sobre el defensor para marcharse y éste no tuvo más remedio que derribarle. El colegiado no dudó en pitar la pena máxima y el propio Álvaro Cabeza hizo las tablas en el marcador. La reanudación del encuentro comenzó con el mismo protagonista, la lluvia. La remontada para el Xerez B llegó en las botas de César, que recibió un balón en el segundo palo y anotó el segundo para su equipo. El Cartaya no dio el encuentro por perdido y estiró a sus hombres en busca del empate. Un buen Toni evitó que el empate a dos llegara antes de tiempo. Y cuando parecía que después de muchas semanas, el filial xerecista iba a conseguir los tres puntos, llegó el verdadero remojón. El Cartaya iba a remontar de nuevo el partido. El empate llegó en el 86, cuando de nuevo Curro, de cabeza en el punto de penalti, mandaba el balón al fondo de la red. Después, en tiempo de prolongación y en posible fuera de juego, muy protestado por los locales, llegó el definitivo 2 a 3. Marcos, también de cabeza, le daba los tres puntos al conjunto del Cartaya.