DESPISTE. Los carteristas aprovechan la afluencia de público en las calles para robar carteras y en las tiendas. / ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

Los comerciantes del centro alertan de una nueva oleada de robos

Los establecimientos han contabilizado más de veinte hurtos de carteras en las últimas dos semanas, aunque sólo hay constancia de una denuncia Parejas de menores entran en las tiendas para apropiarse de prendas y artículos

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A pesar de la mayor presencia policial -tanto de agentes de la Policía Local como Nacional- en el casco histórico de la ciudad, los robos en establecimientos no han cesado. Desde hace dos semanas los comerciantes del centro han detectado un aumento de hurtos en las distintos establecimientos, además de numerosos casos de clientes a los que les desaparece la cartera de su bolsillo o su bolso.

En la calle Columela, San Francisco o Ancha las alarmas se han convertido en un sonido habitual. Los ladrones, solos o en parejas, entran en los comercios en busca de algún artículo para sustraerlo.

Salvador Salvador, de Desigual, se asombra porque «los ladrones no tienen escrúpulos. Llegan a la tienda, arrancan la alarma y se van tan tranquilos». Este joven añade que «incluso hay algunos que se llevan los artículos con la alarma y salen corriendo por la calle, metiéndose entre la gente».

En Springfield la situaciones que se producen son muy parecidas, «aunque tenemos que agradecer la presencia de la Policía Local en la zona. A veces consiguen dar caza al ladrón», explicó Javier Gómez. Sin embargo los trabajadores de esta tienda aseguran sentirse impotentes «porque son menores, y saben que no van a ser castigados duramente por el delito». «Algunos incluso te provocan y te dicen que les pegues», aseguró María del Mar Bocuñano, de Pestana. Ella y su compañera Nuria Forero intentan estar pendientes de quien entra en la tienda, «pero a veces te roban delante de tus ojos».

La mano en el bolso

Empleadas del grupo Inditex (Zara o Oysho) encuentran casi a diario carteras escondidas entre la ropa. La mayoría contienen la documentación de los propietarios, aunque no hay dinero y, algunas veces, ni siquiera las tarjetas de crédito. En pocos metros, el cliente puede ser víctima del robo de su cartera. «Una clienta lo tenía guardado en la bolsa de su bebé en Columela, y en San Francisco consiguieron abrirla y llevársela», señaló una de las empleadas de Pestana.

Aunque es competencia de la Policía Nacional, la Policía Local sólo ha recibido una denuncia por robo de cartera aunque los comerciantes del centro han contabilizado una veintena en las dos últimas semanas. Desde la asociación de comerciantes Cádiz Centro Club de Calidad, su vicepresidente, Rafael Benot, achaca esta oleada al Carnaval, «pero cuando pase la fiesta todo volverá a la normalidad».

mhuguet@lavozdigital.es