JACK NICHOLSON ACTOR

«Me gusta llevar las cosas al límite cuando interpreto»

El actor comparte protagonismo con Morgan Freeman en la comedia 'Ahora o nunca', donde interpreta a un enfermo terminal

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Es uno de los veteranos de Hollywood. Mujeriego, histriónico pero sobre todo grandísimo intérprete, Jack Nicholson estrena hoy en España Ahora o nunca, una comedia en la que da una nueva vuelta de tuerca a su extensa carrera al interpretar a un enfermo terminal. Realizada por Rob Reiner, que ya le dirigió en Algunos hombres buenos, Nicholson comparte protagonismo en esta ocasión con el también septuagenario Morgan Freeman, para quien no escatima elogios.

-Su personaje en Ahora o nunca es el de un enfermo terminal.

-Sí, pero es una película sobre la vida. No importa la edad que tengamos porque siempre, consciente o inconscientemente, estamos pensando en la muerte. Acudí a muchas lecturas cristianas durante el rodaje para ilustrarme sobre la relación que tenemos con la muerte y fue algo sensacional. Esta historia se ha quedado conmigo porque tiene mucha fuerza interior. Tengo mis conversaciones privadas sobre este tema, pero no creo que eso ayude a la promoción del filme.

-¿Teme a la muerte?

-Me he preguntado muchas veces cómo enfrentarme a ella. Si me gustaría que se celebrara un funeral, si van a colocar una estatua rosa en la tumba o habrá un árbol que visitarán muchos pájaros... No soy muy distinto a los demás y, como todos, me cuestiono mi vida y mi muerte. Recuerdo que mi primer profesor de interpretación, Jeff Corey, me dijo que nuestro trabajo era facilitar un punto de estimulación para la despedida. Y esto tiene mucho que ver con la vida.

-Nicholson y Freeman frente a frente tiene mucho tirón en taquilla.

-Me gusta llevar las cosas al límite cuando interpreto. Morgan y yo tenemos un sentido de la actuación parecido. Creo que cada uno es suficiente para el otro. Cuando le conocí le dije: 'Morgan, te considero un James Dean moderno porque tienes esa cualidad de ponerte un traje, un sombrero, y haces lo que sea. No tienes que hacer mucho para sorprender al público'. Por todo esto siempre he querido trabajar con él. Lo suyo, como lo de James Dean, es talento.

-¿Ha hecho una lista de las cosas que le gustaría hacer antes de morir?

-Me gustaría mucho visitar las pirámides.

-¿Qué le llevó a hacer Ahora o nunca?

-Mi anterior experiencia con Rob Reiner había sido muy buena. Morgan y yo también nos queríamos en la distancia y teníamos ganas de trabajar juntos. Rob nos dijo en nueve ocasiones que contaba con nosotros, pero por diversas razones la película no se ponía en marcha. Al final consiguió el dinero. La primera vez que vi la película me impresionó, creo que el director ha hecho un gran trabajo.

-En abril cumplirá 71 años.

-Nuestras vidas están marcadas por las experiencias que tenemos, por eso es imposible pensar en interpretar el mismo personaje de la misma manera. Mi punto de vista a los 20 años es muy distinto al de ahora, pero lo que me ha enseñado esta película es que soy un paciente excelente (risas). La actuación cambia cada día, lo que yo hago es estudiar la idea que me proponen y luego mi método se adapta a ella.

Diferentes personajes

-A la hora de escoger papeles ¿ha cambiado su gusto con el paso del tiempo?

-Espero que sí. Como dice un buen amigo mío 'la gente no entiende que me estoy muriendo por cambiar mi forma de pensar'. Con esto quiero decir que soy bastante selectivo y que trato de cambiar tanto como puedo. Por ejemplo, en Infiltrados me metí en un territorio prohibido, me contrataron para ser el cabrón de la historia, para golpear desde los márgenes, no para interpretar un papel. Lo que un actor no debe pensar es que va a hacer una película que sea un éxito porque entonces está muerto. Cuando haces muchas películas lo que necesitas es que todos tus roles sean distintos. Odio a los que eligen personajes pensando en su carrera. Todo el mundo puede ser bueno una vez, quizá dos si tienes algo de talento, pero cuando tienes que hacer un personaje que no tiene nada que ver contigo es cuando realmente estás entendiendo lo que es este oficio. Cuando eres capaz de dejar tu personalidad fuera es cuando empiezas a tener una carrera.

-¿Qué fue lo más complicado de Ahora o nunca?

-Teníamos que conseguir que la historia fuera creíble, tomar las decisiones adecuadas sobre cómo debía interpretar cada escena. Es algo de lo que no me gusta hablar con nadie porque es muy personal, pero si le diré que pasé mucho tiempo en el hospital estudiando el personaje y visitando a muchos amigos para saber de lo que hablo.

-¿Qué será lo siguiente?

-No lo sé, ahora tengo mucho tiempo libre y me gusta disfrutarlo. Una vez le pregunté a Richard Burton, que empezó a trabajar en esto a los 15 años y en ese momento tenía 50, cuánto tiempo le quedaba para terminar. Entonces él me preguntó si estaba trabajando, y nada más decirle que sí me contestó que él terminaba en dos meses el filme que estaba haciendo y no sabía cuando volvería a rodar. Esta profesión es así. No leo guiones, no voy a fiestas, no hago nada, estoy parado, pero en realidad siempre estamos preparados porque nadie se retira de la interpretación.