EN TIERRA DE HOMBRES. Laia Marull y Luis Tosar, en una escena de 'Te doy mis ojos', dirigida por Iciar Bollaín. / LA VOZ
Cultura

El cine español es complaciente con la violencia machista

Un informe revela que la presencia de la mujer en la pantalla ha disminuido en los últimos años

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El cine español muestra una visión «complaciente» hacía la violencia de género. No todo nuestro cine tiene esta actitud, pero sí el 75% de los directores de las 871 películas analizadas entre 2000 y 2006 reflejaron complacencia hacía la violencia contra la mujer y un 38% mostró la misma inclinación con el machismo, según se desprende de un estudio del Instituto de la Mujer realizado por un equipo de investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid.

El estudio no es muy favorable para las mujeres que hacen cine y tampoco para la imagen que se da de las féminas en la gran pantalla, medio dominado por los hombres, como queda patente en la lista que la Academia de Cine ha facilitado para las votaciones a los Premios Goya 2007, en la que de los 37 nuevos realizadores que figuran, sólo hay una mujer, Roser Aguilar, autora de Lo mejor de mí.

Y es que, el sexo del que está detrás de la cámara y escribe los guiones importa y mucho. Se ha hablado mucho de la incorporación a nuestro cine de directoras y guionistas, pero lo cierto es que la presencia de éstas ha ido disminuyendo desde 1990. El estudio señala que, entre el citado año y 1998, un 17,08% de las 158 óperas primas que se lanzaron llevaban la firma de mujeres, porcentaje que entre 2000 y 2006 descendió al 10,04%.

Menos directoras -en el 2006 no llegaron al 5%- y guionistas -un 10%-, lo que se traduce casi en una leyenda la llegada al cine domésticos de mujeres cineastas. Durante los siete años investigados, de 2000 a 2006, de las 871 películas estudiadas, sólo 65 llevaban la firma de una mujer, un 7,3%. No mejora la situación en el número de intérpretes porque en el 2006 las películas nacionales contaron con 764 actores frente a 442 actrices.

El dominio masculino en la industria cinematográfica pierde fuerza en las categorías de peluquería, vestuario y maquillaje, profesiones tradicionalmente femeninas ya que la su presencia alcanza el 75,5% frente al 24,5% que representan los hombres.

Acompañar al protagonista

El estudio, que subraya que en las coproducciones no hay tanto sesgo de género como en las películas domésticas, incluye los títulos dirigidos por mujeres que más sintonizaron con el público entre 2000-2006, ranking en el que sólo la célebre Te doy mis ojos, de Iciar Bollaín, traspasó la barrera del millón de espectadores, cifra superada por Amenábar, Santiago Segura, Javier Fesser, Fernando León, Vicente Aranda, David Serrano, Alex de la Iglesia, Julio Medem, Emilio Martínez Lázaro, Almodóvar y Mercero, entre otros muchos directores.

Los números tampoco acompañan a las mujeres a la hora de escoger los protagonistas de las películas porque, en la mayoría de los casos, ellas acompañan a los hombre protagonistas. Así, el estudio indica que de los 26 largometrajes protagonizados por personajes masculinos, el 79,3% fueron dirigidos por varones y el 23% por mujeres. En cuanto a las 15 cintas protagonizadas por mujeres, 6 son de varones -20,7%- y 9 de mujeres -69,2%-.

Estos datos indican que, tanto hombres como mujeres, tienden a hacer protagonistas a personajes de su propio género, aunque los hombres en mayor medida que las mujeres -79,3% de los casos frente a un 69,2%-. Más datos. De los personajes femeninos presentes en las películas firmadas por hombres, sólo un 10,3% interviene en la resolución de conflictos; un 13,8% toma decisiones más allá del terreno erótico-amoroso; y un 38% demuestra iniciativa.

El trabajo también apunta las tendencias que muestran las películas infantiles, cuyos temas están «ligados a la cultura viril. Las historias no se cuentan desde el punto de vista de las mujeres ni se narra para ellas».

En estos títulos, las chicas son interesantes «sólo cuando sirven para introducir la historia de amor, una más entre todas las que viven los varones, y lo único apasionante que les ocurre es el encuentro con ellos». Además -señala el informe-, las jóvenes actrices elegidas para estas películas tienen que ser «guapas y cuando no se muestran del todo tontas es porque han adquirido cualidades masculinas».