La nave del pescado del Mercado ya ha sido demolida

La antigua nave del pescado del Mercado de Abastos ya ha desaparecido. Así lo pudieron comprobar ayer en persona el delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, y su homóloga en Medio Ambiente, África Becerra, durante la visita que hicieron a las obras que está realizando la empresa adjudicataria, Construcciones Pirenaicas S.A. (Copisa).

Este recorrido de los responsables municipales sirvió para comprobar el estado de los trabajos de reforma y para que Crisol hiciera hincapié en que «se están cumpliendo los plazos marcados». El delegado de Urbanismo incluso se aventuró a afirmar que «en dos o tres meses» podría estar lista la nueva nave del pescado y podrían iniciarse el resto de las fases de esta remodelación integral de la Plaza de Abastos, que se alargarían otro mes más.

En estos momentos, los operarios ya han terminado los trabajos de demolición de los muros laterales de la nave del pescado, así como la retirada de los antiguos puestos, de manera que lo único que ha quedado en pie ha sido la estructura metálica de este emblemático edificio.

Según el delegado de Urbanismo, «lo que se ha hecho hasta ahora es la parte más sencilla y que consistía en dejar libre todo la zona de actuación». De esta forma, «ya se puede adivinar cómo quedará la nueva sala del pescado, que será mucho más espaciosa y luminosa».

La misma opinión tuvo ayer la delegada de Medio Ambiente, que aseguró que «los comerciantes están muy satisfechos con este proyecto gracias al que van a ganar en amplitud, ya que la nave y los puestos tendrán las dimensiones que siempre han pedido».

No hay que olvidar que el proyecto prevé que los 41 puestos existentes se repartan en un total de cuatro hileras, dos de ellas pegadas a los muros y otras dos en el pasillo central, una distribución más efectiva y que deja mayor anchura a los pasillos (que tendrán al menos tres metros), lo que mejorará notablemente la accesibilidad de los clientes.

Crisol añadió también que «ahora se inicia una fase más compleja de las obras», ya que los siguientes pasos serán la sustitución de la uralita del techo y la instalación de las nuevas canalizaciones, que serán independientes para cada puesto.

En este punto, el delegado de Urbanismo apuntó que «la uralita del techo es un material que ya está prohibido y tiene sus riesgos, por eso hay que sustituirlo». Para ello es necesario contar con un proyecto especial que en ningún momento alterará la antigua estructura de la nave.

Los responsables municipales también pudieron conocer el prototipo de los nuevos puestos de pescado prefabricados y de acero inoxidable, que está expuesto en la Plaza «y al que los pescaderos pueden aportar sugerencias, ya que se le van a realizar cambios», dijo Crisol, que hizo hincapié en que «queremos acabar cuanto antes esta fase para así retirar la carpa de la calle Doña Blanca».

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