VENTANA. Cualquier casa puede ser un alojamiento en Cádiz.
Ciudadanos

«Usted puede compartir casa con una amiga por 55 euros»

Algunas pensiones colapsadas ofrecen habitaciones en viviendas particulares «de confianza»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

María Pérez -nombre ficticio de una turista sevillana como tantas de las que vendrán a Cádiz en Carnaval- recibió con sorpresa la noticia de que el fin de semana del 1 al 3 de febrero su marido no tendría guardia. Por fin podría visitar la Tacita de Plata y vivir sus fiestas en primera persona. Cogió la guía de teléfonos y descolgó el auricular para reservar una habitación de hotel. Una amiga gaditana le había hablado del Barceló, un hotel casi nuevo en plena Avenida, pero no tenían camas desde hacía casi medio mes. Una pena, porque el precio era bastante interesante para ser un cuatro estrellas.

El Parador le pareció algo elevado para su economía doméstica, aunque le hubiera encantado vivir su cena de Carnaval. El Spa Senator, completo y un poco alejado de su bolsillo. María estaba dispuesta a pagar hasta 140 euros por noche y empezó a desesperar. Merece la pena invertir en un fin de semana que termine con la rutina pero la Navidad fue algo más costosa de la habitual y después llega Semana Santa, y en Sevilla... Así que comenzó a llamar a diestro y siniestro a todo alojamiento que bajara de las tres estrellas. En esta categoría tampoco encontró camas para el primer fin de semana, sólo quedaba algo para el segundo. De dos estrellas, «hace un mes que no tenemos habitaciones», dijo la recepcionista. Así que María decidió buscar en las pensiones porque habría más en el centro y a lo mejor ofrecían más opciones. Marcó uno de los teléfonos del listín y habló con la dueña de un pequeño alojamiento, quien le dijo amablemente que no tenía camas libres pero que si le parecía bien, «tengo una amiga de confianza que alquila la habitación por 55 euros la noche».

La sevillana se planteó rápidamente la posibilidad de que su marido no quisiera ir a Cádiz a casa de nadie pero quiso concretar algo. Llevaba dos horas al teléfono. «¿Y esa señora es de fiar? No quisiera meterme en ningún sitio raro...», preguntó María. «Tiene dos hijos, uno de quince años y otro de veintidós y vive por el Estadio. Es muy buena familia. Si usted viene con su marido y no es ninguna pandilla...», respondió la hotelera.

Por 110 euros podría disfrutar de los Carnavales de Cádiz, pero la idea de pasar por el salón de una casa mientras que la dueña veía la televisión fue definitiva para decidir quedarse en casa otro fin de semana. Quizá, como último recurso podría recurrir a aquel anuncio que encontró en internet en el que se ofrecía una habitación en el casco antiguo por 200 euros para estas fiestas, pero la idea de enviar un correo a una persona cuyo nick es «la chica de los ojos negros» terminó con toda su iniciativa aventurera.