ANÁLISIS

Lo mejor para el Xerez

La venta y traspaso de poderes es lo mejor que le puede pasar al Xerez Club Deportivo en estos momentos. Es lo más beneficioso para la entidad, pues el mismo máximo accionista está deseando quitarse ese peso de encima. No puede más, parece cansado, agobiado, bloqueado y sin capacidad de resurgir de las cenizas en las que ahora se encuentra enterrado. Prácticamente está obligado a pasar por el aro y vender -muy posiblemente, malvender- gran parte de sus acciones. Y es que la grave situación deportiva de la entidad puede hacer perder un importante puñado de euros al nazareno.

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En la otra orilla aparece otro empresario totalmente dispuesto a comprar. Sus imperantes ganas de entrar en el infierno que ahora es el Xerez, incluso hacen dudar, y llaman mucho la atención. Pero si hay alguien dispuesto a invertir, lo más cuerdo es dejarle paso. Más, si se tiene en cuenta, que Joaquín Morales está como loco por recibir ayuda.

En la historia podría aparecer una tercera parte. ¿Un grupo jerezano? ¿Emilio Rincón y su Compás y Gestión? Me decanto más por lo segundo, por que el grupo de empresarios madrileño acompañe en de alguna manera a Juan Morales.

El almeriense parece decidido a relevar a su tocayo de apellido de manera inmediata. No sería raro verlo hoy mismo por la ciudad, e incluso dicen que su intención no es otra que la de estar sentado el domingo en el palco del Martínez Valero. El hombre llega fuerte.

De cualquier manera, por esta tierra se dice que en Jerez el que no toca no ve, y la historia de Juan Morales todavía se queda en una intención, pues desde el Xerez aún nadie se ha pronunciado de manera oficial.

Monterrubio y Joaquín Morales ayer estuvieron en constante contacto, pero ninguno apareció por esa anunciada reunión del consejo de administración xerecista.

Si la película de Juan Morales se convierte en realidad y sin finalmente Joaquín abandona definitivamente la entidad, se marchará un presidente que podrá ser decentemente recordado.