Fiesta tras fiesta
Tengo un amigo, Carlos, que siempre me dice que Jerez es una ciudad que está constantemente en fiestas, y razón no le falta. De hecho, no me extraña que el Ayuntamiento no llegue a fin de mes si tenemos en cuenta que siempre hay algún evento que montar y que los precios están por las nubes. Estos días se están desmontando el alumbrado de Navidad, el Belén que no paraba de hacer ruiditos en la Alameda Cristina, ya no hay ni rastro de la pista de patinaje y en nuestras casas intentamos que los bombones, polvorones y roscos de Reyes desaparezcan de una vez por todas para poder volver a intentar, una vez más, recuperar la línea.
Actualizado: GuardarNo obstante, no se apuren, que estas fiestas vienen seguidas de otras. Ya estamos sumergidos en el carnaval. ¿Qué angustia! No me digan que no es extresante ver cómo se eligen a las damas mientras que aún tenemos los mazapánes metidos en la boca. Pero eso no es lo mejor, ya se está trabajando en la Semana Santa y en la Feria del Caballo. Si es que... no paramos.
Todo ello sin olvidar que este año tenemos Fitur, el Gran Premio de Motociclismo y Vinoble. Eso sí, en veranito nos espera una laguna informativa de la que ya me estoy empezando a lamentar. Si estas navidades ha sido complicado detectar a algún político cerca, en julio y, especialmente, en agosto ni les cuento.
A pesar de ello, tengo la esperanza de que este año el Ayuntamiento organice una serie de conciertos que de verdad valgan la pena o, mejor aún, resucite algún festival de música en el que los acordes y las letras de las canciones sean los protagonistas y no otras sustancias.
