La enfermera argentina Pilar Bauza Moreno durante una conferencia de prensa en Buenos Aires. /efe
descarta regresar al país

La enfermera argentina secuestrada en Somalia: «Todo era incierto y todo era miedo. Siempre temí por mi vida»

La cooperante, que estuvo retenida junto a una médica española durante una semana, asegura desconocer los detalles de la negociación y de cómo se logró su liberación

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
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La argentina Pilar Bauza Moreno, enfermera de Médicos Sin Fronteras (MSF) que estuvo secuestrada en Somalia junto a la médica española Mercedes García, ha asegurado hoy que no regresará a ese país aunque alentará esa labor humanitaria.

"No voy a regresar a Somalia y, además, no creo que me deje regresar ni mi familia ni nadie que quiera mi integridad", ha dicho en rueda de prensa la cooperante, que regresó a Buenos Aires el pasado viernes tras cinco meses de trabajo en África. Aunque no se esperaba un secuestro ni lo desea "para nadie", Bauza seguirá "impulsando las tareas de ayuda humanitaria", puesto que su "vocación sigue intacta e íntegra".

"Quiero expresar mi tristeza al saber que este hecho nos sacó de allá y nos hizo salir a todo el equipo que estaba en Bosaso. Para mí, fue muy duro y dejar a toda esa gente sin la asistencia humanitaria que tanto necesitan", ha dicho la enfermera argentina.

En contacto con la médico española

Pilar ha afirmado que se mantiene en contacto con la médica española Mercedes García, con quien compartió cautiverio durante una semana en la región somalí de Puntlandia donde desarrollaban labores humanitarias. Ambas, fueron secuestradas el pasado 26 de diciembre por un grupo de personas armadas cuando se dirigían en un vehículo de la organización al centro nutricional donde Médicos Sin Fronteras atiende a unos 7.000 niños menores de cinco años en la localidad de Bosaso. Una semana después, eran liberadas tras arduas gestiones diplomáticas, aunque Bauza asegura desconocer detalles de la negociación, de cómo se logró la liberación y de las razones por las que fueron secuestradas.

La enfermera ha declarado que el trato físico que recibió de sus captores "fue bueno" pues les daban de comer y agua, aunque ha afirmado que "desde el mismo momento en que uno está secuestrado, el trato psicológico deja de ser bueno". "Todo era incierto y todo era miedo. Siempre temí por mi vida" durante el cautiverio, ha explicado la cooperante argentina, quien mantiene que los secuestradores "eran muchos y hablaban en somalí".

Durante todo el cautiverio estuvo, junto a Mercedes García, a la intemperie, en las montañas. La enfermera argentina se ha declarado "muy cansada" por el secuestro y por los cinco meses previos de intensos trabajos en Somalia , una labor que, según ha dicho, la hacía "muy feliz" y la llenaba como persona. Ahora quiere descansar junto a su familia y luego retomar su "vida normal", trabajando en lo "único" que sabe hacer, las labores de enfermería.