Sociedad

Gane 5.000 euros si a Oleguer le dan el Nobel

Más de medio millón de personas apuestan por internet en España; el negocio no deja de crecer y la variedad de posibilidades para apostar es inimaginable; desde política, hasta prensa rosa

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Buscan una idea para rentabilizar al máximo un billete de diez euros? Vaticinen que ni Zapatero ni Rajoy ganarán las próximas elecciones a presidente, y contarán con 200 euros adicionales. ¿Quieren hacerse ricos de verdad? Juéguensela a que la próxima novia del príncipe Harry será Paris Hilton y el saldo de sus cuenta se engrosará con 1.000 euros.

Desde que internet irrumpiera con fuerza en nuestras vidas, el crecimiento de las casas de apuestas en la red ha sido incipiente. Se calcula que el negocio mueve más de 600 millones de euros al año en España, con un número de apostantes superior al medio millón, según datos de la consultora de audiencias Nielsen NetRatings.

Inglaterra es el país de las apuestas por antonomasia. No se conoce el año y el origen del primer cruce de dinero, pero desde principios del siglo XX en Reino Unido nacieron varias casas que todavía hoy perduran y que dieron el salto a la red. Así nos encontramos con dos tipos de portales de apuestas.

Las más comunes, entre ellas Bwin.com, patrocinador del Real Madrid, o Miapuesta.com, ofrecen un coeficiente al apostante, y se comprometen a multiplicar el montante de su apuesta por ese coeficiente en caso de que su vaticinio se haga realidad. Es la propia casa de apuestas la que se queda con la cantidad apostada en caso de que el apostante no acierte, pero también es quien hace frente al pago si su cliente da en el clavo. Así, si se enfrentan Federer y Nadal en hierba, el primero se pagaría, por lo general, 1,2 euros por euro apostado. Nadal reportaría cinco euros por unidad. Apostar cien euros por el suizo reportaría 20 de beneficios, por los 400 limpios que otorgaría un hipotético triunfo de Nadal.

La variedad de apuestas para el jugador es interminable. Puede arriesgar un poco de dinero por el resultado de un partido de cualquier deporte. Por el primer goleador de un choque. Por el resultado al descanso del mismo o el número de corners que habrá en ese encuentro. Pero también puede apostar por el ganador de la mejor película en los Oscar.

Esta opción se extiende a los ámbitos de la política, las finanzas o el mundo de la farándula. La casa de apuestas Paddipower ofrece 100 euros por unidad si la próxima conquista del Príncipe Harry es Paris Hilton. Si su compañera sentimental es Kate Middleton, novia de su hermano, su dinero se multiplicará por 500. Una apuesta no exenta de morbo, que muestra a las claras la infinidad inimaginable de cotizaciones existentes en la red.

Curiosamente, podemos encontrar una apuesta que ofrece 15 euros por unidad si Oleguer acaba encarcelado por quemar una foto del Rey. Los expertos, por lo visto, ven ciertas posibilidades de que esto ocurra. Los coeficientes los establece un grupo de expertos, ayudados por herramientas de estadísticas y resultados. Incluso existen empresas dedicadas a dictaminar el coeficiente más apropiado.

Si un partido de baloncesto está parejo, por ejemplo un Tau-Panathinaikos, lo lógico es que las casas de apuestas de este estilo ofrecieran dos euros por unidad por la victoria de cualquiera de los dos. Pero en estos casos, se suele ofrecer 1,80. De esta forma, previendo un montante de apuestas por uno y otro equipo similar, la casa gana alrededor de un 20%. El aliciente para el jugador es que la victoria depende de sus conocimientos. Aunque el azar, generalmente, tiene mucho que decir.

Los métodos de ingreso y de cobro no difieren demasiado entre unas casas de apuestas y otras. Se permiten transferencias online, previo registro en la casa elegida. Para los más recelosos con la seguridad en internet, los depósitos bancarios en las entidades señaladas suponen una alternativa. La retirada de beneficios también es sencilla. Para atraer a un cliente nuevo, la mayor parte de las casas de apuestas ofrecen un bono de bienvenida, por el que doblan la cantidad apostada inicial.

El riesgo de pérdidas para este tipo de casas de apuestas, prácticamente nulo, consiste en que los apostantes acierten siempre.

Betfair, sistema de frontón

Por otro lado nos encontramos con Betfair.com. Esta casa de apuestas, la de más volumen de actividad en internet y con sede en Londres, se lleva una comisión de entre 2% y el 5%. Su sistema permite cruzar apuestas, al estilo de los frontones. Es decir, los usuarios cuelgan sus proposiciones de apuestas, que pueden ser aceptadas o no por otros usuarios. La casa de apuestas ni se queda con la cantidad apostada, salvo la citada comisión, ni responde con sus fondos al acierto del apostante. Obtienen sus beneficios cuanto más cruces de apuestas entre usuarios se dan.

Betfair se hizo famosa por denunciar el presunto amaño de partidos del tenista Nicolay Davydenko. En su partido en el torneo de Polonia contra Vasallo Arguello, el ruso marchaba un set a cero a favor. Contra todo pronóstico, el equipo logístico de Betfair detectó que el volumen jugado en ese partido era siete veces superior a lo normal, pero lo más sorprendente de todo fue que, pese a estar muy por debajo en el ranking y marchar por debajo en el marcador, la mayor parte del dinero se decantaba por el argentino, que finalmente ganó tras retirada de Davydenko.

Compra y venta

En esta casa nos encontramos con una apuesta abierta referente a las elecciones generales en España, todavía sin fecha. La victoria de Zapatero se paga a 1,36, por los 4,5 euros que otorgaría un triunfo de Mariano Rajoy. Si gana otro candidato multiplica por veinte su apuesta. Betfair permite vender las apuestas antes de que éstas concluyan. Tomando como ejemplo la apuesta de las elecciones generales. Imagine que dentro de un mes Zapatero dimite. Usted ha apostado cien euros por Rajoy, con lo cual, de ganar el líder del PP se embolsaría 450 euros. Usted podría vender su apuesta por 200 euros, sacando cien de beneficio, independientemente del resultado de los comicios. El comprador de la apuesta considera que esos doscientos euros son una buena elección, ya que consideraría que la dimisión de Zapatero coloca a Rajoy en una posición privilegiada. Como usted tiene dudas, vende y se asegura el beneficio. Ya lo ven, todo un mundo.