UNÁNIME. La afición señala la crisis entre Muñoz y Baldasano como «el verano más triste en la historia del club».
Cádiz C.F.

Todo un año por delante para crecer

Las peñas del Cádiz quieren olvidar cuanto antes el 2007, tanto en lo deportivo como en lo económico, para afrontar un 2008 que arranca con sensación de optimismo moderado

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Se cierra 2007 y llega 2008. Atrás queda un año de decepción en lo deportivo y de infarto en los despachos. Los cadistas han vivido en este tiempo con dos presidentes, tres entrenadores, tres secretarios técnicos o tres Consejos de Administración distintos, entre otras rarezas. Sólo una cosa, quizá la más dolorosa, ha permanecido invariable, el Cádiz sigue en Segunda División, y a la misma distancia de Primera.

Un año de semejante intensidad en el club ha dado para mucho entre la afición. Desde la euforia a la frustración. Toda una gama de sensaciones que han ido aflorando en el interior del aficionado a medida que con Jose se volvían a ganar partidos, se consumaba el fallido asalto al ascenso, llegaba un nuevo presidente con la intención de hacer un Cádiz grande o se rozaban los puestos de descenso con el conjunto de García Remón. 2007 dio para mucho, alguna cosa buena y muchas otras no tan buenas, pero, ¿cómo vendrá 2008?

Triste 2007

La agitada realidad de 2007 fue la misma para todos, quizá por ello las respuestas de las peñas cadistas cuando se les pide un análisis del año que termina estén cortadas por un mismo patrón. «Fue un año que nos permitió ilusionarnos. Primero en lo deportivo con Jose y luego en lo administrativo con la llegada de Arturo Baldasano. Sin embargo, al final todo acabó en decepción, no subimos y Baldasano tuvo que irse como lo hizo», explica Manuel Quieruga, de la Peña Cuatro Gatos. Desde Puerto Real, Felipe Marín y Porveta se inclinan por un 2007 que «ha supuesto el fin de la luna de miel que significó jugar en Primera». «Hemos vuelto a nuestra realidad que es jugar en Segunda División».

Un Cadista Fino, Rafael de la Hera, no se muestra mucho más generoso que sus correligionarios: «Nos creamos muchas expectativas que se quedaron en nada. Y por si eso fuera poco luego nos tocó vivir el verano más largo y triste de los últimos tiempos con el asunto de la compraventa». Carlos Aranda, de San Felipe Neri, tampoco desentona del discurso oficial. Para él, «en lo deportivo todo lo que no sea el ascenso es negativo», pero, desgraciadamente, no quedó en sólo eso la cosa, sino que además «todos nos equivocamos pensando que la llegada de Baldasano iba a ser lo mejor para el club».

Por último, desde las Brigadas Amarillas, Guashi defiende que «la segunda vuelta de Jose no fue tan nefasta, porque al menos quedamos quinto, pero después se nos vino encima lo de la dichosa venta, en la que hay que repartir culpas entre Muñoz y Baldasano».

Reservas sobre 2008

Como bien reza el dicho, a veces se llega a situaciones tan dramáticas que a peor ya no pueden ir las cosas. Y ésta parece ser la realidad amarilla a tan sólo cuatro días de que comience el nuevo año. Eso sí, muchos huyen de caer de nuevo en falsas expectativas, como hacen en Norte Trompetero en cuyas filas apuestan por «la permanencia y luego ya, lo que pueda venir detrás, pues bienvenido sea» aunque reconocen que «de esperanzas de subir a Primera, más bien pocas». De idéntica opinión es Javi Caravaca, presidente de la Sección Varela y miembro de la Peña Cadista San Felipe Neri. Lo único que le pide al año entrante es que «el equipo alcance cuanto antes esos 45 puntos que nos asegurarían la categoría». Desde Sanlúcar su peña pone un nombre propio a las buenas expectativas que ofrece 2008. Y este no es otro que el de Antonio Calderón quien «ha devuelto las ganas y el valor a un equipo que parecía haberlas perdido».

Los más optimistas se reúnen en torno a la mesa de la peña Enrique Mateos. Lo malo queda atrás y aquí sólo se apuesta por el ascenso: «ya estamos mirando hacia arriba y seguiremos haciéndolo después de Navidad, nuestras sensaciones con respecto a este equipo no pueden ser mejores». Por último, un poco más de desconfianza muestra Manuel Benítez, de la agrupación Manuel Irigoyen, al que no le ha gustado nada la marcha de Lobos, y menos aún que a éste pueda seguirle De la Cuesta. «Si no les sustituimos con gente de calidad no podremos subir, y eso que Calderón ha encontrado un buen sistema», dice.

aaestrada@lavozdigital.es