Narváez. / LA VOZ
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El Portuense afronta una auténtica final ante un Mazarrón en cuadro

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ólo vale ganar. Cualquier otro resultado podría dar con los huesos del Portuense de nuevo en los puestos de descenso a Tercera, una posibilidad que nadie quiere si quiera imaginar. Enfrente los rojiblancos tendrán a un Mazarrón que llega en cuadro, con 7 bajas y únicamente sólo 15 jugadores en la convocatoria. Parece un rival asequible, más teniendo en cuenta los problemas que arrastra como visitante, pero la temporada ha demostrado que en el Grupo VI no hay rival sencillo. El Portuense luchará contra los murcianos, pero también contra sí mismo, contra los nervios que existen en el vestuario y que siempre son malos consejeros en las situaciones difíciles. Por eso Carlos Orúe no se cansa de pedir calma al entorno rojiblanco, a sus jugadores y a la afición. La buena noticia para el jerezano es que una semana más podrá volver a contar con casi todos sus hombres a excepción de Sanlúcar y Tornero.