Benedicto XVI pide que la Navidad se convierta en «la fiesta de la paz»

El Papa Benedicto XVI pidió ayer que la Navidad se convierta en la «fiesta de la paz» por lo que pidió a toda la Iglesia intensificar sus oraciones para que «se hagan realidad las esperanzas de paz, salvación y justicia de las que todavía hoy el mundo tiene urgente necesidad». «Pidamos a Dios que la violencia sea vencida por la fuerza del amor, que los enfrentamientos cedan su lugar a la reconciliación, la voluntad de dominación se transforme en deseos de perdón, de justicia y de paz», de modo que «los deseos de bondad y de amor que se intercambian en estos días lleguen a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana», manifestó. Asimismo, reclamó que «el mensaje de solidaridad y de acogida que proviene de la Navidad contribuya a crear una sensibilidad más profunda hacia las viejas y nuevas formas de pobreza» y para que el «bien común» sea de «todos».

Benedicto XVI también expresó su deseo de que la paz «habite en las familias» para que «puedan pasar la Navidad unidas delante del pesebre». «Que todos los miembros de la comunidad familiar, sobre todo los niños, los ancianos y las personas más débiles, puedan sentir el calor de esta fiesta», concretó.

El Pontífice pronunció estas palabras durante la última audiencia general del año 2007 que tuvo lugar esta mañana en el Aula Pablo VI y en la que participaron unos 5.000 fieles de todo el mundo. A lo largo del año han acudido a este tipo de encuentros alrededor de medio millón de personas, según datos ofrecidos por la Radio Vaticano. El Papa dedicó una parte de su discurso a reflexionar sobre el sentido del Adviento y la Navidad , señalando que, para el cristiano, esperar la venida de Dios es también «esperar que se haga justicia».