La confrontación entre Llamazares y Valderas agudiza la crisis en IU

El futuro electoral de Izquierda Unida en Andalucía se nubla, aún más, por los complicados problemas internos por los que atraviesa esta formación. La XVI Asamblea, celebrada el pasado fin de semana en Matalascañas, se cerró con un acuerdo in extremis: Diego Valderas, coordinador regional de esta formación, renunciaba a encabezar la candidatura por Sevilla -ante las fuertes presiones de las bases de esta circunscripción- a cambio de la paz interna, que se reflejó en el 85 por ciento de apoyo final a su candidatura a la Junta de Andalucía -finalmente, se presentará por Huelva-. Pero este episodio no ha supuesto un punto y final, sino tan solo un paréntesis en el terremoto interno de la coalición de izquierdas.

Criterios

Gaspar Llamazares, coordinador federal de Izquierda Unida, está reorganizando la dirección de su partido con un criterio claro: apartar de los órganos de decisión a los que hicieron campaña en favor de la otra candidata que concurrió a las primarias -Marga Sanz-, que fue claramente apoyada por la dirección andaluza. Una de sus decisiones ha sido apartar de sus cargos a tres históricos, Willy Meyer, Manuel Monereo y Felipe Alcaraz.

«Esta es una decisión que va contra la federación andaluza y los militantes andaluces», indicó ayer Valderas en rueda de prensa. El candidato de IU-CA a la junta añadió: «No tiene explicación ni sentido que hayan excluido de la dirección a unos dirigentes que representan el 40 por ciento de este proyecto».

Entiende que no no hay motivos, ni razones ni, a su juicio, resulta lógica la decisión. Es más, Valderas abundó: «Hay que acabar con las rabietas infantiles o con la infantilidad política a la hora de tomar determinadas decisiones».

El nivel de confrontación entre Sevilla y Madrid llega hasta tal punto, que el propio Valderas llegó a mostrar sus dudas sobre el objetivo real de la decisión de la presidencia federal de crear una comisión para revisar los censos. «No quiero pensar que la idea sea querer limitar la capacidad de decisión de las federaciones», acotó el dirigente andaluz.

Estatutos

En este sentido, el secretario de Organización de IULV-CA, Juan Vicente Acuña, hizo referencia al artículo 5 de los estatutos de la federación andaluza, que establece que las altas y bajas de afiliación corresponde a las asambleas de bases, por lo que explicó que «la dirección federal sólo puede realizar una labor de consulta, pero no de control».

Así, se refirió al caso de Andalucía, que es la federación con mayor peso, ya que cuenta con más de 23.000 afiliados, siendo el número total de afiliados de IU de 58.000. «Espero que el federal no tenga como objetivo limitar la capacidad de decisión que corresponde a Andalucía», insistió.