MENTALIZADA. La plantilla se prepara para el choque. / A. V.
Cádiz C.F.

Un partido para crecer

El Cádiz recibe al Celta, el máximo aspirante al ascenso, con la obligación de ganar para engancharse a la parte alta antes del parón invernal Diego Rivas entra en la lista y se perfila como el sustituto de Fleurquin

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Calderón ha puesto su semillita, la riega, ha logrado que la planta eche raíces pero todavía no ha pegado el estirón. La mima y la cuida, hablándole constantemente y podando las hojas secas (Pavoni, Miguel y compañía), apostando al principio por la savia nueva de Bienve y fortaleciendo el tallo antes de la llegada de las heladas invernales. Algún día tendrá que florecer.

Suena raro, pero la mejor época para hacerlo es ahora, y así se afrontaría de la mejor manera el parón invernal. Al Cádiz le espera un fin de año de traca. Celta y Tarragona medirán la verdadera valía de un equipo que todavía no ha ganado a ningún rival de entidad, de esos que aspiran al ascenso y copan las primeras plazas.

La inflación de estas fechas no sólo se siente en el mercado de abastos sino también en los terrenos de juego, donde estos futbolistas sobrevalorados social y económicamente no han conseguido alejarse de la zona caliente. Dos malos resultados ante conjuntos en mejor estado de forma podrían hacerle entrar en 2008 en puestos de descenso. Y amargarle los polvorones al cadismo tras un año funesto.

Ha sido una semana de sustos y enfados. Gastón Casas y Diego Rivas se retiraron del entrenamiento el pasado miércoles pero han entrado en la convocatoria. El argentino, cumplida la sanción por agredir a Diego Castro, está recuperado de sus problemas de tobillo pero será el suplente de Dani. Por su parte, el medio centro es la gran duda en la tarde de hoy, aunque ya se ha ofrecido para jugar pese al dolor y Calderón contará con él como acompañante de Bezares. No obstante, el técnico baraja las alternativas de Parri y Miguel para esa demarcación.

Duda en la medular

Será la única novedad con respecto al duelo de Anoeta. Y es que Fleurquin vio la quinta amarilla de la temporada y tendrá que ver el encuentro desde la grada, después de apelarla. El recurso no ha dado sus frutos y el charrúa comenzará un nuevo ciclo en Tarragona.

La otra gran ausencia será Matías Pavoni, que no entró en la lista de convocados por unos supuestos problemas físicos. También se queda fuera Bienve tras la recuperación de Gustavo López y Gastón Casas, ya que el canterano era sólo un parche para tapar la falta de artillería.

Por lo demás, el Carranza podrá seguir disfrutando del juego de Nano por la banda izquierda, acompañado por el murmullo constante y el silbido reprobador.

Enfrente, el mejor equipo de la categoría, posiblemente y con permiso del Málaga. López Caro ha devuelto la cordura tras el experimento Stoichkov que impulsó el recordado Félix Carnero. El ex del Madrid ha trasladado su fe a sus jugadores, que se han reconciliado con el fútbol tras un pésimo inicio. Su trayectoria ascendente le ha colocado a dos puntos del ascenso.

Maneja infinidad de recursos y cuenta con una amplísima plantilla que no se resentirá pese a las bajas de Okkas o Diego Costa. El marginado Perera es ahora el baluarte ofensivo, y Cannobio y Núñez ponen la calidad de Primera. Para colmo, Quincy está siendo la sensación y su velocidad y espectacularidad han enganchado al aficionado celeste. Se queda en casa Jorge Larena, con un rendimiento por debajo de lo esperado.

Duelo estelar

A priori partidazo, aunque después del tostón de San Sebastián es obligado ser precavido. Un serio aspirante contra otro que quiere escapar del fracaso. Es el momento perfecto para que los jugadores hablen sobre el campo, donde también se están quedando mudos, y respondan con una victoria obligada. El punto de Anoeta es inútil si no se suman los tres en Carranza. Por una Navidad tranquila, más vale que hoy, sí.