Desapego exacerbado

a manifestación convocada ayer en Barcelona por una plataforma independentista y secundada tanto por CiU como por los dos socios de los socialistas en la Generalitat explicitó las tensiones existentes entre Cataluña y el Estado, pero también en el seno de la propia comunidad autónoma. La gestación del nuevo Estatuto, la inédita controversia que suscitó la misma y la crisis abierta en los servicios públicos pueden explicar las causas del malestar que ha llevado a miles de catalanes a echarse a la calle, explicitando incluso la desafección hacia España. Pero la variedad de justificaciones esgrimidas para promover la marcha demuestra la voluntad por parte del conjunto del nacionalismo de exacerbar el descontento ciudadano.