CÁDIZ

«Ir al Pleno es imposible porque los ascensores son muy estrechos»

Diego Márquez se topa con numerosas barreras cada vez que necesita desplazarse en su silla de ruedas para hacer un trámite en el Ayuntamiento

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Lleva un año y medio en silla de ruedas pero conoce al dedillo todos y cada uno de los obstáculos que existen en los edificios municipales, porque trabaja en la Federación Gaditana de Discapacitados (Fegadi) desde hace casi dos décadas. En estos momentos, además de ocupar la vicepresidencia de esta organización, Diego Márquez (Cádiz, 1954) preside la Asociación Gaditana de Síndrome Postpolio (Agasi), que aglutina a personas que sufrieron de pequeñas la poliomelitis y aún padecen sus secuelas.

Son muchas las barreras a las que se tiene que enfrentar cada vez que necesita hacer un trámite o pagar una tasa. En el Ayuntamiento, según critica, las puertas son demasiado estrechas y las rampas que existen «son rampas de muerte con un 25% o un 30% de inclinación». Eso le obliga a llevar siempre un acompañante, que le ayude a sortear todos los obstáculos. Pero aún así, hay zonas del Consistorio totalmente inaccesibles para personas que, como él, tienen movilidad reducida. «Ir al Pleno -asegura- es imposible porque los dos ascensores que hay son demasiado estrechos». «En el Ayuntamiento no hay ni un cuarto de aseo adaptado y en los demás edificios municipales están adaptados, pero tienen problemas, como que no bajan los asideros, y eso hay que ir reparándolo», señala.

Aunque tiene reconocida una gran invalidez, Diego conduce su coche sin ningún tipo de ayuda y se queja de que las plazas de estacionamiento para discapacitados están ocupadas muchas veces por personas sin este problema. «Nadie es capaz de hacer cumplir la normativa en el tema de los aparcamientos, se sigue aparcando en zona de minusválidos y se falsifican las tarjetas, es algo generalizado en el resto de Andalucía y de España».

Pese a sus denuncias, este gaditano está convencido de que existe voluntad política para mejorar la accesibilidad de los espacios públicos y reconoce que en este campo «hay muchas cosas que se pueden hacer».