Escándalo

No me hace falta hacer eso. Cuando el equipo lo ha hecho mal, lo he dicho y ya está; pero el de ayer no es el caso. Hubo un triste protagonista, el colegiado del partido, que ayer decidió ser el principal actor de una película, una película para la cual él había sido llamado para ser un simple actor de reparto y no el starring como se dice en Hollywood. Convirtiéndose en el principal protagonista, pero encarnando el papel de malo. Y es que el video del partido de ayer debe ser guardado en su integridad por el estamento arbitral para ponérselo a los futuros colegiados, pero para que sepan que es lo que no deben hacer en un partido de fútbol.

De verdad. No se puede cometer tantos errores en un mismo encuentro, al menos de forma casual; es decir sin mala intención, que ayer sí la hubo y mucha. Y es que, según lo que se vio ayer, hay varias categorías de árbitros: buenos, regulares, malos y Del Cerro Grande.

Ante todo lo expuesto anteriormente, no me queda otra que pedirle encarecidamente al Consejo de Administración del Cádiz, que eleve un queja formal al colegio nacional de árbitros por lo vivido y sufrido ayer en El Molinón. Esto no puede quedar así y el trencilla no puede ni debe quedar impune. Los puntos de ayer se perdieron como perdimos Cuba; esos no volverán por mucho que se proteste, pero la queja puede servir para evitar futuros espectáculos en contra de nuestros intereses. Estamos en una situación peligrosa en la tabla y actuaciones como la de ayer pueden complicar, y de que manera, la permanencia del Cádiz en la categoría. Y en el caso de que la queja no sirva de nada, que por lo menos hagamos uso del derecho al pataleo, que ese sí que no nos lo debe quitar nadie. Y punto.