Imagen de la concentración que ha tenido lugar hoy junto al Ministerio de Defensa para apoyar al presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles. /EFE
FRENTE A DEFENSA

Los militares españoles se manifiestan por primera vez en la democracia

Protestan por el arresto del presidente de la Asociación Unificada que participó en una manifestación de guardias civiles

MADRID Actualizado: Guardar
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La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) ha celebrado hoy en Madrid, ante el Ministerio de Defensa, la primera concentración de militares (vestidos de paisano) para denunciar el arresto de su presidente, el brigada del Ejército Jorge Bravo, recluido desde el pasado 17 de octubre en el Centro Disciplinario de Colmenar Viejo por haber participado en la manifestación de guardias civiles del 20 de enero en la Plaza Mayor de Madrid.

Bajo el lema 'Jorge Bravo: Gracias', unos 200 militares de la asociación, que aglutina a unos 2.000 en activo y en la reserva, ha mostrado públicamente su agradecimiento al suboficial, que ya cumplió un arresto de un mes y un día en febrero por unas declaraciones que realizó en rueda de prensa en marzo de 2006 sobre el accidente del helicóptero 'Cougar'.

Temor a sanciones

El miedo a nuevas sanciones ha hecho que algunos de los congregados cubrieran su rostro con caretas en las que se reproducía la imagen de Jorge Bravo. Los gritos de 'libertad, libertad' no han dejado de oirse desde el inicio de la concentración, marcada por un intenso frío.

El acto ha contado con la presencia de representantes de Comisiones Obreras, UGT, el Movimiento para la Intolerancia, el Sindicato Unificado de Policía, la Asociación Nacionales de Sargentos de Portugal, la AUGC y Euromil, la organización de asociaciones militares europeas de la que forman parte más de medio millón de uniformados de 36 colectivos procedentes de 24 países.

El 'número 2' de AUME, Mariano Casado, ha recordado que Bravo está "injustamente privado de libertad" por el simple hecho de ser un "ciudadano de uniforme que defendió su derecho de expresión". Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, ha exigido que la "Constitución llegue a todos los sitios" y ha reclamado "que los militares dejen de ser ciudadanos de segunda clase".

El acto se ha cerrado con la lectura de una carta remitida por Jorge Bravo desde la cárcel para agradecer las muestras de solidaridad. En la misiva garantizaba que, a pesar de las sanciones, continuará defendiendo la libertad de expresión y el derecho de asociación de los militares.

El presidente de AUME quedará libre mañana

Sólo unas horas después de esta protesta el Ejército de Tierra dejará en libertad al presidente de AUME. Será mañana a partir de las 21.00 horas tras haber concluido el mes y diez días de arresto en el Centro Disciplinario Militar de Colmenar Viejo (Madrid).

El único partido que ha apoyado la concentración ha sido Izquierda Unida, aunque otras formaciones como el Bloque Nacionalista Gallego y Esquerra Republicana de Cataluña defienden el derecho de los militares a manifestarse y expresar su opinión como el resto de ciudadanos.

Convergencia i Unio rechaza que los militares se manifiesten de uniforme en la calle pero respeta que lo hagan vestidos de paisano y estima que el Ejecutivo debería tener "una actitud generosa" con el presidente de la asociación militar, según explicó esta semana su portavoz de Defensa, Josep Maldonado.

Una protesta minoritaria

El Ministerio de Defensa sólo se ha pronunciado tras la concentración para destacar que mientras en España hay 125.000 militares profesionales, sólo se han congregado en Madrid alrededor de un centenar de personas, "de las que no se sabe en estos momentos cuántos son militares".

En una declaración, el departamento que dirige José Antonio Alonso ha indicado que sólo se ocupa del comportamiento de los militares. En cualquier caso -agrega la nota- el Gobierno seguirá conduciéndose como hasta ahora, "con absoluto y escrupuloso respeto a la legalidad vigente".

La propia asociación había admitido en los últimos días que era consciente de la dificultad de conseguir un seguimiento tan masivo como el cosechado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) aunque otorga "un alto valor simbólico" al mero hecho de movilizar a sus asociados militares por primera vez ante el Ministerio.