Una familia llora por la pérdida de su casa en Dhaka tras el paso del ciclón que azotó Bangladesh. / AP
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Un ciclón vuelve a ahogar Bangladesh

El huracán 'Sidr', el más violento de los últimos años, deja asu paso un millar de muertos y tres millones de desplazadoshuracán Sidr ha dejado una estela trágica de muerte y destrucción a su paso por Bangladesh, donde, con las comunicaciones cortadas y sin electricidad, los recuentos hablan ya de 1.000 personas fallecidas y 3,2 millones de evacuados. Los habitantes, todavía conmocionados, califican el ciclón como la tempestad del «juicio final», a pesar de vivir en una región a menudo castigada por los desastres naturales.

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El huracán Sidr ha dejado una estela trágica de muerte y destrucción a su paso por Bangladesh, donde, con las comunicaciones cortadas y sin electricidad, los recuentos hablan ya de 1.000 personas fallecidas y 3,2 millones de evacuados. Los habitantes, todavía conmocionados, califican el ciclón como la tempestad del «juicio final», a pesar de vivir en una región a menudo castigada por los desastres naturales.

El huracán llegó a Bangladesh -un país musulmán laico en el que el 40% de su población vive con menos de un euro diario- la noche del jueves y arrasó la línea de costa, con vientos de 240 kilómetros por hora que causaron una elevación del nivel del mar de cinco metros y la destrucción de miles de casas, árboles y el tendido eléctrico. El país se encuentra virtualmente a oscuras y los distritos más afectados, sobre todo en el litoral, continúan sin suministro de agua potable, sistema de transporte o conexión telefónica, por lo que el balance de víctimas podría todavía aumentar.

La mayoría de los muertos son personas que se refugiaron en sus pequeñas casas de bambú y hojalata, insuficientes para protegerlos de los fuertes vientos, aunque las autoridades continúan preocupadas por el destino de decenas de pequeñas embarcaciones que no han podido regresar a la costa. Tras asolar el sur del país, el ciclón se desplazó hacia el centro de Bangladesh, donde está situada la capital, Dhaka y, ya convertido en tormenta tropical, se dirigió hacia las regiones indias de Tripura y Assam.

El aeropuerto de Dhaka y el principal puerto del país, en la sureña ciudad de Chittagong, se mantienen cerrados por los vientos, lo que dificulta la tarea de las organizaciones humanitarias e internacionales que trabajan sobre el terreno. Según anunció la Cruz Roja, unos 3,2 millones de personas habían sido evacuadas el jueves en quince distritos de Bangladesh en previsión de los destrozos del Sidr, aunque de ellas sólo 620.000 pudieron alojarse en refugios especiales, mientras que los demás simplemente salieron de sus casas hacia tierras más altas. Hay que tener en cuenta que 60 de sus 140 millones de habitantes viven a menos de diez metros sobre el nivel del mar, por lo que una crecida como la registrada ahora tiene consecuencias catastróficas.

Los responsables gubernamentales hablan de la peor tormenta de los últimos años en un país que ya fue devastado por un huracán en 1970 que dejó medio millón de muertos. En 1991, otro ciclón de extraordinaria violencia segó la vida de 150.000 personas.