Merkel y Sarkozy hacen frente común para frenar el programa nuclear iraní

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, acordaron ayer en Berlín impulsar una delicada estrategia a dos bandas que incluye nuevas sanciones, sin abandonar el diálogo, como el mejor camino para impedir que Irán siga adelante con su polémico programa nuclear. Ambos líderes se mostraron totalmente de acuerdo en la necesidad de endurecer la presión, en el caso de que Teherán mantenga sus planes de enriquecimiento de uranio.

En el marco de un consejo de ministros franco-alemán celebrado en la capital alemana, Sarkozy y Merkel se olvidaron de las diferencias que les separan respecto al programa atómico iraní y anunciaron que Francia y Alemania hacen un frente común para enfrentarse al plan de Ahmadineyad. «Quizá no hemos estado de acuerdo en la velocidad, pero en el contenido no existe ninguna diferencia», resaltó el mandatario francés durante una rueda de prensa conjunta. «Desde un punto de vista político, tenemos la misma longitud de onda: no a las armas nucleares para Irán», añadió.

Con respecto a la posibilidad de aprobar nuevas sanciones, la canciller Merkel recordó que su país y Francia están de acuerdo en que éstas deben ser adoptadas en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para que sean eficaces. «Queremos tener a Rusia y China en el seno de la comunidad internacional para destacar claramente que nosotros no podemos aceptar este programa nuclear», dijo la canciller. «También hemos hablado entre nosotros y con otros países europeos sobre la voluntad de reducir nuestras relaciones comerciales con Irán», insistió Merkel.

Antes de decidir sobre la aplicación de eventuales nuevas sanciones, lo seis países implicados en el tema iraní (China, Estados Unidos, Francia, Rusia, Reino Unido y Alemania), desean esperar la publicación del informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que será entregado a las potencias el día 19.

Durante el consejo de ministros franco-alemán, Merkel y Sarkozy acordaron también impulsar la cooperación entre los dos países en la lucha contra la inmigración ilegal y la integración. «La aceptación de los extranjeros que viven en nuestros países y las llegadas clandestinas son cuestiones que nos afecta a todos y ha de ser tratada desde todos los ámbitos, incluido el europeo», dijo el presidente galo.

Incidente

Sarkozy y Merkel se dieron posteriormente un baño de multitudes entre escolares, personal docente y ciudadanos que acabó con un pequeño incidente. Cuando visitaban una escuela del barrio de Reinickendorf, un individuo se lanzó vociferando en dirección a la canciller, pero fue interceptado por los guardaespaldas a pocos metros de la mandataria. Según medios alemanes, el sujeto pretendía protestar contra la ley aprobada el pasado viernes por la Cámara baja del Parlamento que permitirá guardar los datos de las llamadas telefónicas y consultas en internet durante seis meses.

Mientras, los ministros de Asuntos Exteriores de Francia y Alemania, Bernard Kouchner y Frank Walter Steinmeier, fueron protagonistas de una primicia diplomática. Por primera vez, los dos políticos, en mangas de camisa, se enfrentaron a un micrófono para grabar a dúo una canción escrita y compuesta por un músico turco cuyo titulo es Alemania. Después de la sesión musical, Kouchner señaló, parafraseando una frase famosa del cine: «Este es el comienzo de una maravillosa carrera».