EVACUACIÓN. Alumnos y profesores del instituto Jokela se dirigen a un autobús después de abandonar el centro escolar aún sobrecogidos por la matanza. / AP
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Internet anuncia una matanza

Un estudiante de 18 años irrumpe a tiros en un instituto finlandés, causa ocho muertos e intenta suicidarse de un disparo en la cabeza El asesino colgó un vídeo en YouTube para avisar de la masacre

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La pacífica sociedad finlandesa se vio sacudida ayer por algo que ni se imaginaba y que generalmente sucede al otro lado del Atlántico: una matanza en un colegio. Pero por mucho que se frotaba los ojos de incredulidad ante la noticia que emitían radios y televisiones, era cierto. Un joven, de 18 años, acabó con la vida de ocho personas al irrumpir a tiros en un instituto de enseñanza media de Tuusula, un pueblo de 30.000 habitantes, situado a unos 60 kilómetros al norte de Helsinki. El aparente desequilibrio del asesino le llevó a anunciar su múltiple crimen en un vídeo que colgó en el sitio de Internet YouTube, contra lo que denomina «vergüenzas de la raza humana».

El autor de la masacre intentó suicidarse tras su sangrienta acción, pero no lo consiguió, aunque permanece en estado crítico según la Policía. Entre los fallecidos, además de siete estudiantes -cinco chicos y dos chicas- se encuentra la directora del centro escolar. Además, otras doce personas resultaron heridas, algunas de extrema gravedad.

Según confirmó el inspector de de Policía, Jan-Olav Nyholm, el responsable del tiroteo es el finlandés Pekka-Eric Auvinen, que cursaba el último año de Filosofía e Historia en el instituto Jokela y que el martes colgó un vídeo, de un minuto y 17 segundos de duración con el nombre de usuario 'Sturmgeist89' ('Espíritu de tormenta' en alemán).

La grabación, titulada 'Jokela High School Massacre-11/7/2007' ('Masacre en el instituto Jokela'), muestra el exterior del colegio donde se produjo la matanza, y a continuación dos imágenes fijas del joven apuntando con una pistola sobre fondo rojo. La cinta va acompañada de la canción 'Stray Bullet' ('Bala perdida'), del grupo KMFDM. Entre las estrofas destacan frases como «soy una pesadilla convirtiéndose en realidad» o «soy el hijo ilegítimo de Dios».

Todo comenzó a mediodía, cuando el asesino sacó una pistola Sig Sauer del calibre 22 en medio de una clase y comenzó a disparar indiscriminadamente. La madre de una alumno explicó que se cruzó con el asesino en el pasillo poco después de que comenzara el tiroteo. «¿Adónde vas?», le preguntó el joven empuñando el arma, a lo que la mujer contestó temblando que tenía una cita con la profesora de su hija. «Pues ya no hay cita», le respondió antes de darse la vuelta y alejarse por el pasillo, según relató la asustada madre, que aprovechó para huir corriendo.

«Parecía irreal, un alumno a quien he enseñado yo mismo corría hacia mí, gritando y con una pistola en la mano», dijo Kim Kiuru, uno de los profesores. Kiuru, que en el momento del tiroteo estaba dando clase, ayudó a sus alumnos a escapar cuando comenzaron los disparos. Los cerca de 300 estudiantes de primaria y 160 de secundaria fueron evacuados en autobuses a una iglesia cercana, donde recibieron los primeros cuidados y fueron atendidos por psicólogos. Varios sufrieron heridas leves al saltar en su huida desde el segundo piso del edificio o al cortarse con los cristales de las ventanas.

Uno de los compañeros de clase de Pekka-Eric manifestó que se comportaba de «forma extraña» desde hacía tiempo y se había aficionado a dibujar escenas de matanzas con armas de fuego. En sus ratos libres, además, practicaba el tiro deportivo. «He visto a personas heridas tendidas en el pasillo. Empezamos a correr en medio del pánico. Todo el mundo intentaba escapar a través de una puerta cercana», relató, por su parte, la alumna Miro Lukinmaa.

Un lugar tranquilo

«Tuusula es un lugar tranquilo, nunca ha pasado algo así, y esperemos que no vuelva a suceder nunca», aseguró el alcalde, Hannu Joensivusaid. Pese a ser el tercer país con más armas por persona, este tipo de incidentes violentos no son comunes en los colegios finlandeses. Desde 1999, ha habido cuatro tiroteos en escuelas, pero ninguno se saldó con víctimas.