ESPAÑA

Primer juicio en España por un crimen sin que haya aparecido el cadáver

La célebre frase de si no hay cuerpo no hay crimen ha pasado a la historia. La Audiencia de Alicante juzga hoy, por primera vez en España, a un presunto asesino sin que el cadáver de la víctima haya sido localizado.

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Se trata de Paul Durrant, detenido en Calpe hace tres años acusado de matar y descuartizar a su novia. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia, el relato de hechos aportado por el fiscal tras la instrucción contiene suficientes indicios, aunque no haya cuerpo, como para que produzca la apertura de la vista oral.

Este juicio es el último capítulo de una historia rocambolesca que arrancó en febrero de 2004 con la misteriosa desaparición de Karen Durrell, una británica de 41 años, madre de dos hijos, y que había llegado a Calpe tres meses antes para comenzar una nueva vida.

Fue una amiga quien denunció el caso al no tener noticias de Karen durante varios días. Ella puso a la Guardia Civil sobre la pista de Durrant, pareja de la desaparecida, con la que llegó a convivir varias semanas en un apartamento de la urbanización La Manzanera. Este piso fue revisado de arriba abajo por los agentes de Homicidios en busca de pistas que corroboraran un hipotético crimen.

Durrant acababa de llegar a La Marina procedente de Inglaterra, de donde logró huir en diciembre de 2003 tras ser condenado a 20 años de cárcel por robo a mano armada. El hombre confesó a la prensa haberla matado desde un primer momento, a pesar de que la Guardia Civil no tenía ni una sola prueba contra él.

En la bañera

Según la versión inicial del criminal, la mató, la descuartizó en su bañera y después repartió sus restos en bolsas de basura que depositó en varios contenedores del municipio. A pesar de la detallada declaración, las fuerzas de seguridad no hallaron indicios que confirmaran la versión de Durrant. Y eso que revisaron bañera, tuberías, pozos ciegos y los vertederos de Calpe, Benidorm y Albanilla. Lo único que se localizó fue una maleta con algunos restos de sangre.

La acusación particular, que representa a los familiares de la fallecida, eleva a 25 años y medio de prisión la solicitud de condena del fiscal porque cree que Durant se empleó con «alevosía y ensañamiento».