Otras ayudas

a aprobación ayer por el Senado del llamado cheque-bebé, que regula la prestación de 2.500 euros y otras subvenciones por cada niño nacido a partir del pasado 1 de julio, habrá satisfecho a las casi 120.000 familias españolas que han solicitado ya las ayudas. Aunque la nueva asignación pueda resultar insuficiente, no pocos progenitores la recibirán con el alivio propio de quien no contaba con disfrutar de la misma. Pero la popularidad de la medida no puede llevar al Gobierno a dar por cubiertas las demandas vinculadas a la maternidad, que siguen precisando de cambios estructurales que favorezcan, realmente, la conciliación de la vida personal con la laboral. Los 167.000 nacimientos registrados en los últimos cuatro meses suponen una cifra similar a la del mismo período de 2006, lo que cuestiona, por el momento, la utilidad de las ayudas para promover la natalidad.