Ignacio Javier Bilbao en el banquillo de la Audiencia. / LA VOZ
ESPAÑA

Ingresa en el Clínico de Puerto Real el etarra que amenazó a un juez con pegarle siete tiros

El etarra Ignacio Javier Bilbao Goikoetxea ingresó en la noche del pasado martes en el hospital Clínico de Puerto Real tras permanecer varios días en huelga de hambre. Este miembro del denominado complejo Donosti es uno de los seis presos de la banda que en estos momentos cumplen condena en la cárcel de Puerto III, donde también se encuentra desde la semana pasada uno de los nombres más conocidos del grupo terrorista, Henri Parot.

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Bilbao Goikoetxea lleva varios días de huelga; una práctica muy común entre los internos de ETA que con esta medida pretenden ejercer presión para obtener beneficios penitenciarios o para dar a conocer a la opinión pública alguna de sus reivindicaciones.

Este etarra acaparó el interés mediático el año pasado cuando durante el juicio al que fue sometido por las amenazas que lanzó contra Baltasar Garzón, en el año 2003, protagonizó un espectáculo bochornoso en el banquillo. Increpó al presidente del tribunal, llegándole a amenazar con pegarle siete tiros y arrancarle la piel a tiras, al tiempo que golpeaba el cristal de la cámara blindada que cierra el banquillo. Su discursión violento concluyó con la promesa de que seguiría en la lucha armada hasta que muriera o lo mataran.

A este miembro de ETA se le han acumulado en los últimos años varios condenas. Por las amenazas a Baltasar Garzón, le impusieron una pena de dos años de cárcel; además tiene otra de 45 años de presidio por matar a tiros al concejal socialista de Orio (Guipúzcoa) Juan Priede, en marzo de 2002, cuando formaba parte del citado complejo Donosti.

El director de Puerto III, Francisco Sanz, explicó en la entrevista concedida a LA VOZ, días posteriores a la inauguración de Puerto III, que existe un protocolo para cuando un preso decide ponerse en huelga de hambre y que pasa por interesarse por sus motivos. Pero ya aclaró que en el caso de los etarras, este protocolo no funciona porque los internos reciben órdenes de la cúpula de la banda.