PASIÓN. Caniggia y Maradona se besan para celebrar un gol con la camiseta de Boca Juniors.
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El gol de Caniggia

Gabriel Batistuta y Sergio Goycoechea rememoran sus vivencias con Diego Armando Maradona cuando se cumplen diez años de su retirada del fútbol

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Argentina le ha quitado el polvo a las viejas cintas de vídeo. Hace diez años, dios dejó las canchas de fútbol para dedicarse a engordar, vivir en Cuba, entrevistarse con Fidel Castro, drogarse, desintoxicarse, hacerse una operación de reducción de estómago, presentar programas de televisión, tener líos con la justicia... Diego Armando continúo como Maradona y su país sigue idolatrándole de la misma manera que antaño. Haga lo que haga. No hay un argentino que lo ame y que lo odie, que viva en la dicotomía de este genio de la pelota. «Era el líder de una nación», afirmó Sergio Goycoechea, internacional con la albiceleste y amigo íntimo del 10.

El guardameta, retirado hace casi una década, ha mantenido una relación extraña con Maradona. Han sido compañeros, rivales, entrenador y jugador y Goycoechea tiene el honor de ser el último portero batido, «de penal», por Maradona en partido oficial. Para comprender al genio, el ex portero de River, Vélez o Newell's Old Boys se remonta hasta el Mundial de Italia (1990). «Para entender lo que era, hay que ver el gol de Caniggia», espetó misterioso.

Ese tanto, que el arquero lo tiene grabado en la memoria como si hubiera sido ayer, se produjo en los octavos de final del torneo mundial.

Maradona cogió la pelota en el centro del campo y cabalgó hacia la portería de Taffarel. La defensa brasileña se lanzó a por el genio zurdo. Hasta cuatro futbolistas se acercaron al argentino, que sólo tiene que pasar la pelota a su compañero para que marque ante el portero. Goycoechea sostiene que ese gol sólo es posible por el pánico que todas las defensas tenían a El Diego. «Si el pasador no hubiera sido él, los brasileiros habrían mantenido la formación», explicó el portero, que fue más allá en su planteamiento. «Si no es porque era Maradona y provocó el desajuste, ese partido lo hubiéramos perdido», sentenció el arquero, ante la mirada sorprendida de Gabriel Batistuta.

Infiltraciones

Después de ver durante diez años el fútbol desde la grada, Goycoechea no se esconde; no se muerde la lengua y afirmó que esa Argentina jugó «muy mal» durante todo el campeonato. «Pero salimos subcampeones», agregó a continuación. Ese hito fue posible a Maradona: «Era un jugar bárbaro, pero él iba más allá». El portero recordó que el 10 les liberaba de toda la presión y que era un ejemplo para todos. «Cuando veías lo que sentía por esa camiseta... no te podías quedar atrás».

Goycoechea apuntó que Maradona jugó ese Mundial mermado físicamente: «Era alucinante verle cómo se infiltraba él mismo en el tobillo. Era un líder que se sacrificaba y todos le seguíamos». Batistuta, más introvertido y callado que su compañero, se lamentó de conocer a Maradona en su declive deportivo. «Me hubiera gustado estar con él antes, pero ahora puedo decir que jugué con el mejor futbolista del mundo», indicó Batigol.

Ahora, vuelve a resurgir el debate sobre el sucesor de Maradona tras las últimas actuaciones del Kun Agüero y Leonel Messi. El ex jugador de la Fiorentina apostó porque los dos futbolistas sigan su propio camino. «Sólo hay un Maradona. Si intentan imitar a Diego, sólo conseguirán ser el segundo de Diego», apuntó Batistuta.