«Antes iba a desaparecer; ahora es problema de dos»
El guardameta estuvo encerrado durante semanas en los vestuarios de Carranza, llevaba algunos meses sin cobrar y tenía la sensación de que el Cádiz podía desaparecer en breve. Ahora, regresa a su casa después de cada entrenamiento, le ingresan el sueldo el día 5 de cada mes y está absolutamente convencido de que el club gaditano cumplirá los 100 años de vida. «La situación es totalmente diferente. Aquella vez los futbolistas no cobrábamos nada y ahora no existe problema económico. Estábamos encerrados, respaldados por restaurantes y particulares que nos llevaban comida, y hasta se hicieron varios días del club en los que los aficionados pagaban para que llegara el dinero a los jugadores. Nos repartíamos la taquilla para poder comer y sobrevivir, y era algo personal, que afectaba a la familia y a tu equipo del alma». Como él mismo dice, «la crisis actual es un problema institucional, es un problema entre dos personas, pero el barco sigue, tiene viabilidad. Puedes vender un jugador, hay una masa social enorme, instalaciones,... mientras que antes el estadio y la Ciudad Deportiva se caían a pedazos».
Actualizado: Guardar«No me parece tan grave». El único problema según el vasco es que «existe demasiada ansiedad. Antes era una cuestión de sobrevivir y ahora de subir a Primera. Y esto puede retrasar y crear malos momentos».
Con respecto al sentir del vestuario, comenta que «no debe existir incertidumbre porque el club sigue en manos de alguien. La única intranquilidad se debe a que los resultados no acompañan, y lo que más preocupa es que hay que ganar. Cuando entrenamos apenas se habla de pasada del tema institucional».
Espera que estos problemas «nos espoleen y logremos buenos resultados».
Por último, confiesa sentirse decepcionado «pues tras las expectativas creadas hemos vuelto a la realidad. En el tema institucional se han retrasado muchas cosas», finaliza.
