«Nuestra producción es totalmente artesanal»

L a familia Ríos inició su andadura profesional en Ubrique pegada a una pata cabra y al olor del pegamento en el que viven los marroquineros. La visión empresarial de sus miembros hizo que, como comenta Andrés Ríos, «decidiéramos comprar una máquina de coser para comenzar a establecernos por nuestra cuenta». Este sueño empresarial terminó derivando en una de las empresas con mayor prestigio de Andalucía, de las que se dedican al sector de la piel. En concreto, pusieron en marcha, hace casi dos décadas, Carla Sade.

Esta empresa es uno de los mejores ejemplos de la transformación que ha sufrido la marroquinería en España. En ella sólo se producen productos de una calidad muy alta y que se exportan a todo el mundo. Su propietario recuerda que «en otras épocas sólo se hacían bolsos de color negro, hoy tenemos claro que estamos elaborando un producto de moda y debemos estar siempre atentos a lo que el mercado va demandando». Esto provoca que varios miembros de la familia estén continuamente viajando por Francia, Italia y otros destinos, para seguir los dictámenes de la moda.

La calidad del producto se cuida al detalle en Carla Sade. Andrés Ríos asegura que «nuestra materia prima es de primera calidad, cuidamos todos los detalles de los remaches que añadimos a nuestros productos, de hecho nos elaboran las fornituras a mano, y tenemos el mejor equipo profesional para fabricarlos».

A pesar de la presencia de pequeñas máquinas en el taller de Carla Sade, una visita por sus instalaciones basta para comprobar que «esto no es una actividad industrial, sino artesanal», asegura su propietario. Cada fase del proceso se basa en el trabajo artesanal de las personas, ayudados sólo por los instrumentos de trabajo más rudimentarios. La pata cabra y el dedo para encolar son la maquinaria más importante y empleada en este tipo de empresas.

Una prueba de la calidad del producto que se genera en esta empresa es que las marcas más prestigiosas del mundo les encargan su producción. «En Ubrique se están produciendo todos los artículos de piel que venden las grandes marcas en el mundo», asegurando que «esto es lo que nos está permitiendo seguir vivos». Tal es la calidad del producto, y del proceso de producción del mismo, que la familia Ríos no duda en mostrar las entrañas de la empresa a cualquier visitante que desee conocerla. Algo que hacen porque son conocedores de que su mejor tarjeta de presentación es que se vea lo que hacen y cómo lo hacen.