SEGUIMIENTO MEDIÁTICO. Un grupo de periodistas sigue una conferencia de prensa en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. / AP
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China busca sucesor para Hu Jintao

El Congreso del Partido Comunista que se inicia hoy refrendará el mandato presidencial hasta 2012, pero las distintas 'familias' comienzan a tomar posiciones

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Socialdemocracia frente a neoliberalismo o, lo que es lo mismo, medidas sociales frente al crecimiento económico a toda costa. El eterno debate político cobra cuerpo también en China, donde el Partido Comunista inaugura hoy su trascendental decimoséptimo congreso.

Y es que, gracias a la política de reforma y apertura puesta en marcha a finales de los setenta por Deng Xiaoping tras la muerte de Mao Zedong, el todavía denominado régimen comunista ha convertido a China en la cuarta economía del planeta por su condición de 'fábrica global'. Desde entonces, cuatrocientos millones de personas, sobre todo en las ciudades de las industrializadas provincias costeras, han salido de la pobreza, pero este milagro económico ha provocado graves desigualdades entre las pujantes zonas urbanas y los pueblos del interior, donde viven 800 de los 1.300 millones de chinos.

Hasta ahora, han primado proclamas como el «dejad que se enriquezcan algunos primero», de Deng Xiaoping, o el más sangrante aún «enriquecerse es glorioso», de Jiang Zemin, pero la subida al poder de Hu Jintao en 2002 trajo una nueva filosofía que se resume en dos conceptos básicos: sociedad armoniosa y concepto científico de desarrollo. En resumen, se trata de poner en marcha medidas sociales, sobre todo en sanidad, educación y agricultura, para evitar que siga abriéndose la brecha entre ricos y pobres y entre ciudades y zonas rurales, que amenazan con provocar una inestabilidad muy peligrosa para el régimen.

Mover pieza

Con este objetivo, arranca en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín el XVII Congreso del PCCh, en el que el secretario general y presidente del país, Hu Jintao, verá refrendado su mandato por otros cinco años más. Con la vista puesta en 2012, las distintas facciones que componen el partido empezarán ya a mover sus piezas de cara a la sucesión de Hu.

Para poder llevar a cabo en este lustro sus políticas sociales, el secretario general intentará situar entre los nueve miembros del todopoderoso comité permanente del Politburó al máximo número posible de aliados. Entre ellos, figura el que las quinielas señalan como su sucesor, Li Keqiang, secretario general del partido en la provincia industrial de Liaoning, en el noreste chino.

Pero Hu Jintao tendrá que hacer frente a la todavía influyente 'camarilla de Shanghai', formada por los seguidores del anterior presidente Jiang Zemin, quien primó el crecimiento económico sobre la justicia social. En este sentido, Hu Jintao neutralizó a sus oponentes gracias a la gran operación anticorrupción que tuvo lugar en septiembre del año pasado, y en la que fue detenido el secretario local del partido en Shanghai, Chen Liangyu, por desviar 280 millones de euros del fondo de pensiones de la ciudad a operaciones inmobiliarias.

Sin embargo, de Shanghai ha emergido otra figura que podría aguar los planes de Hu Jintao. Se trata de Xi Jinping, el nuevo secretario general del PCCh en la capital económica de China y uno de los 'herederos' de los héroes revolucionarios del país. Frente a los 'populistas' representados por Hu, Xi Jinping recibirá el apoyo de la 'camarilla de Shanghai' para entrar en el Politburó.

Más poder

Aunque, en los últimos días, se han multiplicado las voces augurando problemas para los planes de Hu Jintao, el presidente de la Fundación internacional para los estudios del estrecho, Chong Pin-ling, explicaba desde Taiwán que «el secretario general ha venido incrementando su poder desde hace meses al nombrar en puestos claves de la Administración y del Ejército a algunos de sus colaboradores, pertenecientes a la Liga de la Juventud Comunista».

Entre ellos, destacan Ling Jihua, director de la Oficina general del comité central del partido, y Meng Xuenong, un protegido de Hu Jintao que fue destituido durante la crisis del Sars en 2003 y ahora ocupa la vicesecretaría del partido en la provincia minera de Shanxi.

Además de designar a un nuevo jefe del Ejército y de las Fuerzas Aéreas, Hu ha visto cómo un aliado de Jiang Zemin, el viceprimer ministro Huang Ju, dejaba su puesto vacante en el Politburó al morir en junio. Otros dos veteranos miembros, Luo Gan y Wu Guanzheng, renunciarán al cargo, y podría seguirles el vicepresidente Zeng Qinghong, de 68 años. Quedarían, por tanto, cuatro asientos libres y está por ver cómo se reparten entre socialdemócratas y neoliberales.

Por todo ello, el experto Chong Pin-Ling considera que «Hu Jintao podrá poner en marcha sus políticas sociales a pesar de las críticas a su primer ministro, Wen Jiabao, por no controlar la inflación».