PUNTERÍA. Los delanteros algecireños disponen de ocasiones pero no las aprovechan. / LA VOZ
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El Algeciras pone las ocasiones y el Granada, el gol

Excelente partido en defensa de los gaditanos que sin embargo pagaron su falta de efectividad en ataque

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En el fútbol, los tópicos son como los refranes; auténticas sentencias. Entre ellos hay uno muy conocido, que se repite domingo tras domingo, y que dice que el que perdona al final termina perdiendo.

Ya pasó hace quince días, en Talavera, y ayer en el Nuevo Los Cármenes, donde el Algeciras de José Luis Montes hizo un excelente partido en defensa y en el centro del campo, pero falló estrepitosamente, una vez más, en ataque, ya que tuvo oportunidades de lograr un resultado favorable de auténtico escándalo, pero finalmente se vino de vacío a Algeciras.

En una visión panorámica del choque, caben recordar ocasiones clarísimas de Juampe, May, Manu Barreiro y, por contra ninguna o casi ninguna del conjunto local, a excepción del gol y alguna que otra en los primeros minutos. Por contra el equipo rojiblanco (ayer de azul y blanco) hizo un partido muy serio, controló la situación durante los noventa minutos, impidió que el Granada desarrollara su juego, lo maniató y lo encerró en una monotonía que fue reprendida, incluso con pitos, por los propios aficionados locales.

Le faltó apuntillarlo, no lo remató, no le hundió la moral con dos o tres tantos que fácilmente pudieron lograr y por eso, en el minuto 82, Gorka Pintado, en la única ocasión que tuvo el equipo de Óscar Cano en toda la segunda mitad, mandó el balón al fondo de la red. Gustó el Algeciras en Granada, pero, desde luego como no cambie y los hombres de arriba no se pongan las pilas mal lo va a pasar. En esta categoría, donde los equipos contrarios tienen jugadores de verdadera calidad técnica, el mínimo error se paga con el gol, y si después no se es capaz de solucionarlo, pues eso, que se le queda a todos la misma cara de tonto con la que ayer salieron del Nuevo Los Cármenes los aficionados algecireños.

Saltaron al terreno de juego los dos equipos dispuestos a sentenciar cuanto antes, a dejar K.O a su rival en los primeros minutos En este periodo de tiempo tuvo el Granada sus únicas ocasiones, por mediación de Gorka Pintado y siempre en jugada a balón parado.

El Algeciras respondió a todas y cada una de las acciones ofensivas que le ocasionaron los locales, por lo que el partido pareció, en principio, que iba a ser muy interesante.

Poco a poco fue cambiando la decoración, ya que después de estos primeros golpes las fuerzas se equilibraron y el partido entró en un periodo de tranquilidad, al que lo llevó el Algeciras con su perfecta defensa y su presión en el centro del campo.

Los de Montes se fueron adueñando de la situación, y empezaron a crear peligro por las bandas, sobre todo la derecha donde Alexis fue una constante pesadilla, aunque sin rematar las ocasiones.

No existió

Tras el descanso, los visitantes salieron dispuesto a llevarse los tres puntos y en los primeros minutos consiguieron llevar el miedo y la intranquilidad al campo local y a las gradas.

Manu, Juampe y May desperdiciaron lo increíble hasta el punto de que Gorka Pintado tuvo que pellizcarse varias veces para sentir que no estaba soñando y que el partido iba empate a cero. La más clara quizás fuese un remate de cabeza de Manu Barreiro que se marchó a la cruceta de la portería local.

Cuando parecía que el partido iba a terminar con el reparto de puntos, llegó el habitual jarro de agua fría. Fue una falta botada por Javi García a la que Pintado le metió la cabeza y la mandó al fondo de la red.

Evidentemente, se demostraba la injusticia del fútbol, pero también que para ganar partidos hay que meter mas goles que el rival y eso, de momento, parece que no lo hace el Algeciras.