CAMBIO BIOLÓGICO. Dos libélulas se aparean en pleno mes de octubre debido a las altas temperaturas.
CÁDIZ

La marea naranja

El fuerte calor y las últimas lluvias registradas provocan que una plaga de libélulas sobrevuele la ciudad

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Una plaga de libélulas naranjas sorprendió ayer a los gaditanos en plena calle. Un fenómeno cotidiano por estas fechas, según la opinión popular, «cuando el verano se resiste a irse y que anuncia la llegada del viento de Levante», aclara Juan Ferreira, un jubilado que juega petanca al tiempo que uno de sus compañeros intenta, sin éxito, cazar a uno de estos insectos.

Desde la Consejería de Medio Ambiente de Cádiz se asegura que este tipo de fenómenos pueden ser debidos a uno o varios factores y que habría que estudiarlo detenidamente saliendo a la calle. Los técnicos y científicos se muestran recelosos de ofrecer alguna explicación, no obstante advierten que «a nivel coloquial» la aparición en octubre de este insecto del orden de los odonatos, de cuerpo largo, esbelto y de colores llamativos, podría deberse al aumento de las temperaturas, de la prolongación del verano en el tiempo -lo que en otras comunidades se conoce el Veranillo de San Miguel-, así como de las últimas lluvias acaecidas que han provocado un tiempo primaveral y que han cambiado el ciclo de reproducción en estos insectos que han vuelto a aparear. No obstante, los científicos de Mediambiente recalcaron que las causas pueden ser muy diversas y que habría que estudiar este fenómeno en concreto sobre el terreno.

Animales sin calendario

Una opinión que es corroborada por la Facultad de Biología de la Universidad de Cádiz. «Los insectos no entienden de fechas de calendario y se rigen por la climatología. De manera que es muy posible que el fuerte calor de los últimos días haya provocado un cambio en la reproducción de estos animales que en otros lugares de España ya están hibernando», dijo un profesor de Biología. Esa razón también explicaría el tamaño mediano de estos insectos que ayer visitaron Cádiz y que fueron objeto de comentario durante las tertulias del café del mediodía.

Por su parte, desde la Delegación de Salud de Cádiz se recordó que este tipo de insectos no supone ningún peligro para la salud del ciudadano.

Las libélulas pasan la primera parte de su vida en forma de ninfa acuática, muy diferente del adulto. Se caracterizan por tener ojos muy grandes, antenas cortas y dos pares de alas reticulares, que mantiene horizontales cuando se posa y que le sirven para mantener el equilibrio en el aire.

jmvillasante@lavozdigital.es