Una hora de charla antes de entrenar

ntes de comenzar el trabajo, Miguel Ángel Rondán utilizó la primera hora del entrenamiento para tener unas palabras con todos los integrantes de su plantilla. Durante aproximadamente una hora estuvo conversando con sus jugadores en el centro del campo del anexo de Chapín. Allí comentó los errores que había visto en Vigo, y escuchó a todo aquel jugador que quiso expresar su opinión. De hecho, alguno de los futbolistas más veteranos quisieron aportar su granito de arena para tratar de buscar una solución a la mala situación y alzaron la voz para dar su opinión. Posteriormente, durante la sesión de entrenamientos, Rondán no tuvo ningún tipo de reparo a la hora de corregir errores a pleno grito.