Los azulinos reconocen sus errores y apuestan por analizar la situación

Sin reacción. El Xerez Deportivo sigue sin dar sensación de equipo y cosechó otra nueva derrota en el estadio de Balaídos ante el Celta de Hristo Stoichkov. Y es que el plantel de Miguel Ángel Rondán sigue adoleciendo de una solvencia defensiva que ha hecho que los azulinos sean uno de los conjuntos más goleados de la categoría. Trece goles, en apenas siete jornadas ligueras, dicen mucho de un plantel que ha destacado en temporadas anteriores por mantener una de las puertas más infranqueables a lo largo de la Liga. Sea como fuere, la plantilla de Rondán sigue sin cuajar y ha sumado sólo seis puntos de 21 posibles.

YORDI

Delantero

«Me encontraba bien en el terreno de juego»

Sin duda, el cambio del isleño Yordi fue uno de los más discutidos por la afición azulina. Aún así, el nueve del Deportivo prefirió no entrar en polémica y señaló que «no sé la explicación que habrá dado el entrenador. Pensé que fue por la tarjeta que tenía y sólo queda aceptar la decisión».

«La verdad es que me encontraba bien y con ganas sobre el terreno de juego, pero tengo que aceptar lo que diga el entrenador», recalcó Yordi.

Respecto a cómo queda el equipo tras la derrota, el delantero azulino dijo que «hay que analizar la situación por la que está atravesando la plantilla para corregir el mayor número de errores».

Por último, Yordi se refirió a la acción del brasileño Diego Costa al señalar que «me parece una falta de respeto muy grande. Supongo que este chico viene de Brasil y tiene otra cultura, pero sus propios compañeros estaban muy enfadados con él».

ANTOÑITO

Delantero

«Hay que sacar esta situación adelante»

El atacante sevillano del Xerez fue uno de los jugadores más claros a la hora de hablar del choque al comentar que «tenemos que sacar esta situación. Nosotros somos los únicos que podemos cambiar esta situación, pero sí que es cierto que la plantilla no es capaz de manejar ciertas situaciones de partido».

En cuanto a su suplencia, Antoñito afirmó que «siempre me gusta jugar y, cuando no lo hago, es normal que me enfade. Nunca pido explicaciones a nadie».