CÁDIZ

El único acusado por el atraco a la joyería Gordillo en 2003 niega haber «pisado» Cádiz

El 1 de agosto de 2003, a las seis y media de la tarde, la prestigiosa joyería Gordillo situada en la calle San Francisco, fue objetivo de un atraco. Un individuo que vestía un casco rompía con una maza uno de los escaparates y se hacía con varios relojes de gama alta. Un segundo ladrón, que conducía un ciclomotor, ayudó a su compinche sacándolo de la zona a toda velocidad. El botín sustraído fue valorado en 137.000 euros. En el día de ayer, el único acusado por este atraco se sentó en el banquillo del juzgado de lo Penal nº 1 de Cádiz. Siguió insistiendo en su inocencia e incluso negó haber «pisado» alguna vez la capital gaditana.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Este joven de 23 años cumple condena por una causa diferente en una cárcel de Madrid, de donde es originario. Su imputación se produjo cuando la Policía halló restos de su ADN en una mancha de sangre que había en un guante. Esta prenda fue encontrada, junto al ciclomotor utilizado en el atraco y los dos cascos que supuestamente portaban los atracadores, en la parte trasera de la estación de autobuses de la capital.

Lo que ha servido de prueba para los agentes para considerarlo uno de los supuestos autores -el segundo atracador nunca fue identificado-, la letrada de la defensa, Patricia Blázquez, lo desvirtuó durante la única sesión del juicio. «Se trata de un objeto que puede cambiar de manos y el que fuera encontrado allí no significa que mi cliente haya cometido el robo».

La defensa se mostró muy crítica con la investigación llevada a cabo por la Comisaría Provincial y no entiende por qué no se practicaron las mismas pruebas de ADN al resto del guante o a los cascos, donde era probable que aparecieran restos de cabellos. «Sólo se limitaron a analizar la mancha de sangre».

Ya en prisión

El procesado fue acusado cuando ya estaba en prisión. Su coartada, que al final no pudo ser probada en el juicio, es que el día del atraco se encontraba en Leganés, celebrando el cumpleaños de su hermana. En el día de ayer, estaba previsto que declarara un amigo que le acompañó en la celebración, pero según la letrada de la defensa, se presentó con una fotocopia del DNI, que no fue admitida por el juez como documento para acreditar su identidad. «Y su hermana iba a prestar también declaración, pero se encuentra embarazada y el médico le prohibió en el último momento que viajara».

El fiscal solicita dos años y seis meses de prisión por robo con violencia y por la sustracción y uso del ciclomotor empleado durante el atraco. Además, exige que el procesado indemnice a los propietarios de la joyería con 137.000 euros -el valor del botín- y otros 300 euros más por los daños en el escaparate. La defensa solicitó la absolución al entender que los restos de ADN encontrados en el guante no es material probatorio suficiente.