Cádiz

Ellos dijeron sí a la igualdad

La provincia celebra el décimo aniversario de la ley que hizo posible el matrimonio igualitario entre parejas homosexuales

J. A. CAÑAS
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No hay nada fuera de lo común en su ilusión. Se atropellan entre ellos para hablar de cómo fue su espectacular boda en El Palmar en septiembre del año pasado, como tantos otros novios que recuerdan con cariño el día de su ‘sí quiero’. Tan solo son dos personas que se enamoraron de «todo un flechazo» hace cinco años y se acogieron a su derecho al matrimonio civil. Lo extraño, lo inusual, incluso lo «incomprensible» es que hace algo más de una década ellos no habrían podido pronunciar un ‘sí quiero’ delante de un juez. Todo por ser dos hombres, Carlos López y Carlos López (sí, se llaman igual «así que no hay lío con las iniciales de las toallas», como bromean.

Ahora son una de las más de 500 parejas homosexuales que, en estos diez años de matrimonio igualitario, han decidido unirse en la provincia de Cádiz.

España celebra el décimo aniversario de la innovadora ley y parejas como la de Carlos son un claro ejemplo de la normalización que, paso a paso, se va consiguiendo. Uno palmareño y el otro gaditano, recuerdan en la terraza del bar Teniente Seblón (que por cierto también celebra diez años) qué les empujó a dar el paso. «Creo que las parejas heteros viven el paso de la boda casi como una obligación social, un paso más. Nosotros lo hicimos como convencimiento y proyecto de vida», remarca Carlos, gaditano y trabajador en banca. «¿Y por qué nosotros íbamos a ser diferentes a cualquier otra pareja? Solo buscamos lo que todos, la felicidad», resalta el otro Carlos, palmareño y trabajador en el sector de la construcción.

Sin embargo, pese a su determinación, tuvieron que hacer frente a algún que otro escollo. «Yo estaba aún en el armario cuando nos conocimos y mis padre son mayores. Lo aceptaron, pero la boda ya les parecía otra cosa», relata el palmareño. Tanto que incluso se plantearon no casarse en El Palmar, donde viven y su padre decidió ir al enlace ‘in extremis’. Pero se casaron allí y su padre no faltó y ahora recuerdan ese día «como el más importante y feliz» de sus vidas. En su fiesta fueron con una idea clara: «Queríamos que estuvieran solo familiares y amigos cercanos, que les importáramos». Por ello, buscaron que todos los invitados se sintieran cómodos. «En la boda se palpa perfectamente la visión que tiene cada cual del enlace», reconoce el gaditano.

En su caso, familiares y amigos lo pusieron fácil ese día, pero son conscientes que no siempre es así. «Estoy cansado que no me entiendan a mi, pero yo sí tengo que entender a los que no apoyan las bodas homosexuales. Antes, estábamos al margen de la sociedad, teníamos las mismas obligaciones que el resto, pero no los mismos derechos», reconoce el trabajador de banca.

Y es justo eso, el carácter igualitario de la ley, el que es más aplaudido tanto por la pareja como por los colectivos LGTB. La socialista Carmen Zurita, activista en el movimiento para la igualdad lo sabe bien. «Como presidenta de Colegades viví en primera persona un cambio de actitud impresionante», rememora. Hoy, Colegades ha cesado en su actividad, asfixiada por recortes de subvenciones pero también como propia normalización «al entender que una de las grandes reivindicaciones ya estaba cubierta». Es la propia Zurita la que resume cómo ha ido avanzando la implantación social de la ley, con la premisa de que «diez años son muy pocos». «Al principio, estábamos abandonados a nuestra suerte; luego se nos respetaba por ser políticamente correctos. Posteriormente, pasamos a estar de moda. Hoy lo que las parejas quieren es vivir sus bodas de una forma normalizada, en la intimidad de su entorno», resume Zurita. «Antes las personas usaban su ejemplo como reivindicación. Ahora quieren justo lo contrario, dignificar su intimidad», matiza la activista.

Diez años de evolución

Una evolución que han experimentado más de 500 parejas homosexuales en la provincia, desde 2005. Según datos del INE, fue en 2006 cuando más enlaces igualitarios se dieron (75, 54 entre varones y 21 entre mujeres), seguido del año 2012 (63) o del 2011 (61). Por su parte, en el año 2005 fueron 35 parejas las que dieron el paso justo, recién aprobada la ley.

Todas ellas han pasado por las fases resumidas por Zurita y corroboradas por los jóvenes que se casaron en septiembre. «Recuerdo a amigos que se casaron antes que nosotros que enseñaban su libro de familia con orgullo, para ellos era un verdadero logro», explica el gaditano. Los dos Carlos ahora echan la vista atrás y valoran el avance social y en sus propias vidas. «Hace diez años yo tenía hasta novia, imagínate el cambio», resume divertido Carlos.

Ahora, están casados y forman parte de un grupo de amigos heterosexuales y homosexuales «y da la casualidad que todos los gays estamos casados y los heteros, no». La joven pareja apuesta y cree en esa normalización que ellos mismos viven y que es la mayor garantía del avance social. De ahí que apuesten por integrar a sus amigos heterosexuales en el mundo gay: «Para que vean que no somos nada raro ni el estereotipo que se cree». Y para que coste, lo dejan claro, ya como marido y marido: «Se teme lo que no se conoce, por eso hay que apostar por dar tiempo y seguir normalizando para hacer comprender que todos somos iguales».

Ver los comentarios