David Cifredo: «La administración es incapaz de inspeccionar todo el mercado»

La organización de consumidores Facua Cádiz, acaba de ganar una nueva batalla tras conseguir que las instalaciones de Aqualand Bahía de Cádiz retire la prohibición de entrar con comida al parque acuático. Sin embargo, la guerra contra las injusticias a las que tienen que enfrentarse por los abusos de las empresas, cuenta con demasiados frentes abiertos y en la mayoría de ocasiones deben el problema principal es el propio desconocimiento de los consumidores.

–Existen recintos que limitan la entrada de comida, pero curiosamente hay personas que ya metían comida a escondidas pensando que estaba prohibido.

–Con carácter general, desconocemos nuestros derechos, por eso la necesidad de que existan asociaciones de consumidores fuertes que sean capaces de informar a la ciudadanía sobre sus derechos y obligaciones como consumidores y usuarios.

Por otra parte, esta situación nos demuestra la incapacidad de la administración de controlar e inspeccionar el mercado, obligando a un gran esfuerzo en la detección de irregularidades a los propios consumidores, individuales u organizados en asociaciones

–¿Qué le diría a aquellas personas que aún piensan que poner una hoja de reclamación no sirve más que para perder el tiempo?

–Primero, que interponer una reclamación no te garantiza la resolución del conflicto, pero no ponerla sí que te sitúa en situación de no solucionarlo y, por otra parte, las reclamaciones nos sirven para constatar problemas generalizados. De esta manera, las asociaciones de consumidores y la administración pueden conocer situaciones existentes en el mercado, por simplificarlo, aunque no resolvamos nuestro problema, podemos abrir el camino para que otros ciudadanos no lo sufran. Yo lo señalaría como una obligación ciudadana.

–¿Se ha notado si las empresas fuerzan más el límite de la legalidad e intentan aprovecharse de los consumidores con la crisis?

–Las políticas de protección de los consumidores no fueron en absoluto prioritarias en los años previos a la crisis y tampoco lo han sido durante la misma, cuando los abusos están en alza y los desequilibrios en el mercado son mayores. Además, para un consumidor un conflicto que hace un tiempo podría ser menor, hoy es algo más importante. Cabría señalar, por otra parte, algunos fraudes o conflictos, que sin ser mayoritarios, sí que tratan de aprovecharse de gente en especial situación de vulnerabilidad, por ejemplo falsas ofertas de empleo, acuerdos con entidades financieras en condiciones perjudiciales para un consumidor situado en la precariedad.

–Por línea general, ¿los gaditanos tienden a defender sus derechos o por el contrario son conformistas?

–La tónica general de la ciudadanía española es la de una cierta relajación a la hora de plantear la defensa de sus derechos, el gaditano cae en esa misma apatía general, aunque fruto de la actual situación socioeconómica muchos ciudadanos están optando por reivindicar y reclamar ante cuestiones que hace poco tiempo no le hubieran generado inquietud.

–¿Hay alguna preocupación de Facua en Cádiz que destaque sobre las demás?

–Sí, las estrechamente vinculadas con los Derechos Humanos o los Derechos Sociales. Para nosotros se convierte en fundamental la exigencia de que no existan familias sin acceso una vivienda digna, de que no se produzcan cortes de suministros de servicios esenciales cuando el impago se deba a situaciones de precariedad. Para nosotros son derechos que deben estar garantizados para la universalidad de la ciudadanía. Asimismo, nos preocupa la defensa de servicios públicos como la Sanidad o la Educación, ya que son garantía de un desarrollo pleno de las personas en su condición de ciudadanos.