Conductas suicidas: guía para ayudar a los jóvenes que no ven ninguna salida
Este proyecto surge de la necesidad de encontrar un material didáctico cercano y sin tecnicismos que hable abiertamente del suicidio
Como les ocurre a otros jóvenes , el ilustrador Matu Santamaría ( @matusantamaria ) necesitaba herramientas que le ayudaran a encontrar la salida a un tiempo bastante oscuro por el que estaba pasando. Todo le resultaba distante, ajeno y, sobre todo, muy caro. Además, no se sentía comprendido ni reflejado. Todo ello le llevó a intentar suicidarse .
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2020, en España se produjeron 314 suicidios de jóvenes entre 15 y 29 años. Y en el caso de la Fundación ANAR, tal y como muestra su último estudio, atendió en 2021 a 748 menores de edad que estaban intentando terminar con su vida durante la llamada de ayuda.
Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, indica que los casos de conducta suicida se han incrementado entre 2012 y 2022 un 1.921,3%, destacando el aumento producido en el periodo postpandemia (128%). «En opinión del equipo de sociólogos de la Fundación ANAR, la situación de crisis sanitaria producida por el Covid ha supuesto una ampliación de los riesgos psicosociales (aislamiento, maltrato intrafamiliar, hacinamiento, abuso de las tecnologías, barreras asistenciales a la salud mental, pobreza…) que influyen en las conductas suicidas de niños o adolescentes ».
Díaz ha hecho hincapié en que «no existe una motivación objetiva para el suicidio, pero sí problemas asociados que el menor de edad no sabe cómo resolver». El informe recoge que la violencia contra el menor de edad (60,9%) y la salud mental (27,4%) son los problemas más destacados de los asociados a la conducta suicida.
En el tema de la violencia, destaca el acoso y ciberbullying (21,4%), el maltrato físico (14,7%) y el psicológico (10,4%). Mientras que en el ámbito de la salud mental, los tres grandes problemas asociados a la conducta suicida son las autolesiones (13,7%) y los problemas psicológicos (8,7%) como la depresión y la ansiedad .
Guía de autoayuda para personas con ideación y conducta suicida
Santamaría considera que finalmente tuvo suerte y encontró los medios y a los profesionales que pudieron ayudarle. «Materiales como el curso gratuito de 'Vigilantes de la vida', en internet, fueron fundamentales». Así, después de un tiempo bastante malo, se consideró un privilegiado por contar con recursos a los que otros no tenían la posibilidad de acceder.
Ahí surgió la idea de hacer una guía gratuita a la que todo el mundo pudiera acceder fácilmente y sin intermediarios: una guía de autoayuda para personas con ideación y conducta suicida . Ya que «el proyecto surge de la necesidad de encontrar un material didáctico cercano y sin tecnicismos que hable abiertamente del suicidio ».
Esta guía, que está redactada en primera persona y desde la experiencia personal, no pretende sustituir el trabajo de los profesionales en salud mental, pero sí animar a la gente a pedir ayuda .
Una vez documentado y con el planteamiento hecho, Santamaría contactó con una serie de profesionales de la salud mental que le ayudaron a perfilar el proyecto, entre los que destaca al equipo de Desansiedad. «Finalmente, la guía fue supervisada por su directora, Fabiola Cuevas, y por Javier Jiménez, presidente honorario de la asociación de investigación, prevención e intervención del suicidio en España».
El proyecto ha salido a través de las redes sociales, pero también está ideada para tenerla de forma física, pues hay ejercicios prácticos que puedes realizar.
Rebeca M. Galicia, psicóloga en Desansiedad, recuerda que como sociedad tenemos que seguir rompiendo el estigma de la salud mental. «El pedir ayuda no nos hace ser personas débiles, al contrario, reconocer nuestra vulnerabilidad es un gran acto de valentía . Está bien necesitar un 'empujoncito' para sentirnos mejor. Eso no decrece nuestro valor como personas».
Además aconseja que si alguien cercano está pasando por este tipo de problemas, es muy importante que no lo juzgues o le hagas sentir culpable . «Hazle preguntas sobre cómo le puedes ayudar o qué necesita de ti. Si detectas que esa persona corre peligro, no trates de solucionarlo solo, informa de la situación a algún familiar, acércate con un profesional capacitado de inmediato o anima a esa persona a llamar a una línea de ayuda».
Santamaría considera por su parte que hay que hablar más del suicidio ofreciendo herramientas, invitando a comunicarse y pidiendo ayuda, para entender que las situaciones que vivimos son transitorias, mientras que la muerte no lo es.
