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El Vaticano nombra a última hora un nuevo 'banquero de Dios'

La elección del presidente del IOR, el alemán Von Freyberg, abre otra polémica por los tiempos y porque fabrica buques de guerra

26.02.13 - 21:47 -

El retorcido asunto del Instituto de las Obras de Religión (IOR), el polémico banco del Vaticano, que ha marcado uno de los escándalos del último año de Benedicto XVI, sigue coleando hasta el final. Aún hay tiempo antes de su marcha para un último lío. El IOR llevaba descabezado nueve meses tras el despido del anterior presidente, Ettore Gotti Tedeschi, en mayo de 2012 en medio de luchas de poder con el secretario de Estado, Tarcisio Bertone. Las tensiones internas bloqueaban la elección de un sucesor, pero con la dimisión del Papa de repente les han entrado las prisas. Ayer el Vaticano anunció que el nuevo presidente del IOR, el 'banquero de Dios', es el abogado y ejecutivo alemán Ernst von Freyberg, de 54 años.
Ha sido elegido con un 'casting' iniciado en julio por la agencia Spencer & Stuart, de Fránkfort, que seleccionó 40 candidatos. Quedaron reducidos a seis y luego a tres. Ha habido rumores hasta el final sobre divergencias entre los cuatro cardenales que forman la comisión de control del IOR junto a Bertone: Nicora, Tauran, Scherer y Toppo. En el nuevo consejo de la entidad sale Ronaldo Hermann Schmitz, que estaba en el Deutsche Bank, sustituido por el financiero belga Bernard de Corte, barajado como presidente hasta la víspera. Siguen los otros tres miembros: el estadounidense Carl Anderson, de la poderosa organización de los Caballeros de Colón; el notario italiano Antonio Maria Marocco y el español Manuel Soto Serrano, del Banco de Santander.
Última maniobra
La decisión ha provocado cierta perplejidad, desde que Bertone confirmara al día siguiente de la renuncia de Benedicto XVI que quería cerrar el asunto del IOR esta semana. Se ha interpretado como su última maniobra de poder, para imponer un candidato de su gusto antes de dejar su cargo. No se entiende bien que si va a llegar en breve un nuevo Papa tenga que asumir un presidente del IOR impuesto a última hora por su predecesor, cuando sería preferible dejarle libertad para afrontar la cuestión a su modo.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, intentó despejar las maquinaciones explicándolo al revés: «No habría tenido sentido cargar al nuevo Papa con un trabajo que ya había sido hecho por el actual». Por si acaso, con la que está cayendo con las teorías sobre la presunta falta de poder de Ratzinger, Lombardi quiso subrayar que «el Papa ha expresado su pleno consenso con la decisión». Será probablemente el último nombramiento de Benedicto XVI.
Von Freyberg es director general de Frankfurt Advisory Partners y católico devoto: pertenece a los Caballeros de Malta -es su tesorero en Alemania- y dirige la asociación de su país de peregrinajes a Lourdes. Sin embargo ayer llamó la atención un detalle señalado en la sala de prensa por un periodista: también es presidente de los astilleros Blohm Voss Group de Hamburgo, que construyen naves militares. Lombardi reaccionó molesto: «Decir eso no me parece honesto. Construye naves en todo el mundo, lo que se pone luego en ellas no depende de quien las hace». Luego precisó: «Blohm Voss Group ya no hace naves, solo las proyecta».
Busca de tranquilidad
A la espera de aclarar esta sombra y saber si hay otra chapuza en ciernes, lo cierto es que el IOR necesita urgentemente tranquilidad. Se hizo famoso en el escándalo del Banco Ambrosiano en 1982 y cuando los 'banqueros de Dios' eran un trío impresentable. Blanqueban dinero para la corrupción política italiana, la Mafia y la logia masónica P-2. Acabaron mal. El director del Ambrosiano, Roberto Calvi, ahorcado en un puente de Londres. El banquero Michele Sindona, financiero de Cosa Nostra, envenenado en prisión. Solo se salvó monseñor Paul Marcinkus, presidente del IOR hasta 1989, protegido por Juan Pablo II de la Justicia italiana. El Vaticano nunca explicó nada, pero todo fue posible por un banco opaco y ajeno a todo control.
Por fin, Benedicto XVI intentó emprender una limpieza a fondo. En septiembre de 2009 nombró a su amigo Ettore Gotti Tedeschi para que lo reformara y lo metiera en la 'lista blanca' europea de bancos respetuosos con las normas contra el blanqueo de dinero. Sin embargo, después empezaron los problemas cuando el Banco de Italia abrió varias investigaciones sobre operaciones sospechosas. Gotti Tedeschi respondió colaborando con las autoridades, algo que no gustó en el Vaticano, que siempre ha puesto un muro a los intentos de la Justicia italiana de husmear en el banco. Así empezó una guerra con el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, que frenó sus intentos de transparencia.
En verano el IOR obtuvo un primer informe favorable a sus cambios del Consejo de Europa, pero seguía señalando carencias. Los roces con el Banco de Italia siguen hasta hoy y el mes pasado llegaron a bloquear todos los cajeros y pagos con tarjeta en el Vaticano, pues incumplía los requisitos legales.
El pulso entre Gotti Tedeschi y Bertone, revelado en los papeles de 'Vatileaks', terminó con el cese fulminante de Gotti Tedeschi en mayo de 2012. Sucedió el mismo día del arresto de Paolo Gabriele, el mayordomo papal, acusado de ser la fuente de las filtraciones, lo que dio pie a muchas conjeturas sobre un posible papel del banquero en el caso. Además le echaron de mala manera, con acusaciones de «incapacidad» y hasta «conducta errática y bizarra».

El Vaticano nombra a última hora un nuevo 'banquero de Dios'

El Papa con el presidente rumano, Traian Basescu; en la imagen pequeña, Ernest von Freyberg. :: REUTERS

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