Autocrítica para empezar el año

Para empezar el año, nada mejor que recurrir al tópico –que siempre es el reducto de la verdad– y hacer la relación de buenas intenciones. Tratar de ser menos autocomplaciente y más crítico con uno mismo no deja de ser un objetivo loable en cualquier actividad humana. En el periodismo, por supuesto, y en la política, también. Tal vez sea lo que deban hacer muchos políticos en el arranque de 2016: un poco de autocrítica. Supongo que Mariano Rajoy también se habrá preguntado la razón por la que perdió casi tres millones de votantes. Parece obligado reconciliarte con tus votantes. Más allá de la economía, están Bolinaga, la ley del aborto, la reforma Wert convertida en el parto de los montes, la Justicia nuevamente politizada… además de la tibieza inicial con la corrupción entre sus correligionarios.

Seguramente que todo eso, y un error de cálculo al no valorar la erosión causada en su imagen por las televisiones a las que tanto favoreció, pueden ser parte de la explicación de la pérdida de cientos de miles de votos. Y siempre hay alguien dispuesto a recoger lo que nosotros desechamos.