Miembros del Consejo de Asuntos Taurinos, entre ellos -en el centro arriba- el veterinario Rafael Luna
Ante el Consejo de Asuntos Taurinos

Podemos propone medidas «para mejorar la fiesta de los toros»

Considera necesario utilizar técnicas de aturdimiento previas a la puntilla, control aleatorio de astas o limitar el número de estocadas y descabellos

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Podemos siempre ha demostrado tener varios discursos sobre la tauromaquia. Y así ha ocurrido durante la última reunión del Consejo de Asuntos Taurinos. En este órgano de participación de la Junta de Andalucía debutaba el pasado 19 de febrero como vocal suplente el veterinario cordobés Rafael Luna Murillo en representación de la formación morada. Luna es miembro de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (Avatma) y simpatizante de Equo, y ha expresado en varios foros su posición contraria a los espectáculos taurinos.

No obstante, durante su intervención ante el Consejo, Luna planteó una documentada batería de propuestas al objeto de «mejorar la fiesta de los toros» sin hacer un alegato por la prohibición de los espectáculos taurinos en general o mención a otras propuestas del programa de protección animal de los círculos de Podemos.

Entre la medidas que Luna ha propuesto al Consejo está la eliminación de festejos taurinos o populares con animales menores de dos años, «en los que participen aficionados prácticos y que, de alguna manera, sea en la plaza o fuera de la vista del público, acaben con el resultado de muerte del animal». Asimismo se pide que se estudie la posibilidad de implantar en las plazas andaluzas la utilización del «perno de pistola cautivo en la lidia» —un sistema de descarga eléctrica— para provocar el aturdimiento previo del animal a apuntillar.

Otras propuestas del representante de Podemos ante el Consejo fueron limitar el número de estocadas, descabellos y/o puntillas a un límite de dos o tres, procediéndose a la devolución del toro a los corrales para su sacrificio por aturdimiento si no se produce la muerte en la plaza.

Asimismo, Luna propone que los veterinarios tengan capacidad decisoria y no solo consultiva en la aplicación de multas por parte del presidente del festejo para picadores que pongan en práctica el «barrenado», «mete y saca» y la «carioca», así como a los puntilleros que dejen vivos a los animales.

Por último, el vocal de Podemos en el Consejo propuso un control antidoping «aleatorio y sin aviso previo» a los ganaderos, sobre el uso de analgésicos y de sustancias que puedan alterar el sentido de los animales, así como un control aleatorio de astas «como fórmula para luchar contra un fraude que vemos con mucha frecuencia y que es incluso admitido como parte del espectáculo».

Algunas propuestas como la anterior ya son objeto de debate en círculos taurinos y hay aficionados defensores de la Fiesta a favor de introducir similares iniciativas dentro de una autoregulación que clarifique además la actual dispersión legal de cuanto concierne a los espectáculos taurinos. Por ejemplo, la utilización del perno de pistola fue objeto de un breve debate recientemente en el Círculo Taurino de Córdoba durante una intervención de Joaquín Moeckel, destacado aficionado y abogado de profesionales del toro. Frente a quienes consideran que esta práctica novedosa que reduciría el sangrado no respeta los cánones de la Tauromaquia, Moeckel planteó que modificaciones de este tipo suponen un cambio equiparable al que se produjo cuando se aprobó que los caballos de picar llevaran petos de protección en 1928. «Y nadie ahora dudaría de la necesidad de proteger a los caballos», argumentó Moeckel

Luna actúa como vocal suplente de la parlamentaria de Podemos Carmen García Bueno, que admitió no tener conocimientos taurinos y delegó su representación en el veterinario cordobés.

Para defender la coherencia de sus propuestas con su militancia por la abolición de la tauromaquia Rafael Luna ha escrito en la web de la asociación de veterinarios a la que pertenece (Avatma) que sus propuestas para una mayor regulación de los espectáculos taurinos marcan un camino diferente hacia la abolición de la tauromaquia. «Créanme cuando les digo que delante de 34 taurinos acérrimos, levantarme a gritar ¡tauromaquia abolición! o soltar un improperio contra alguno de los toreros presentes hubiera hecho mucho más daño a Podemos, Equo, Avatma, o al movimiento animalista». El veterinario recuerda que es la primera vez que el Consejo cuenta con un «antitaurino declarado» y sostiene que «para conseguir la abolición hay atajos diferentes a los que otros preconizan, es decir su prohibición».

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