Andalucía vuelve a ser Objetivo1
María Andrés: «Andalucía debe ser más ambiciosa, tiene capacidad para no estancarse»
La directora del Parlamento Europeo en España, admite «cierto hartazgo» de los países del Norte
Europa es actualidad estos días en Andalucía por dos razones. De un lado, por la visita de eurodiputados a Doñana para analizar las amenazas que vive el espacio natural por la gestión del agua y los proyectos gasísticos. Por otro lado, por la vuelta de la comunidad al grupo de las regiones más pobres del continente.
—Andalucía recibirá más fondos al volver al grupo de regiones menos desarrolladas de Europa...
—Es la propuesta de la Comisión Europea, sí. Queda votarla aún. En todo caso, no es un motivo para el triunfalismo. Andalucía debería ser más ambiciosa en su espíritu europeísta para salir del grupo de regiones objetivo 1. No se puede conformar con este estancamiento. Andalucía es una región que tiene potencial. Tiene el mismo tamaño que Austria o el doble de población que Irlanda.
—En este nuevo periodo de fondos que arranca en 2021 y llega a 2027, ¿Cuáles van a ser las prioridades de inversión?
—Los fondos de cohesión para el periodo 2021-2027 van a tener como objetivo prioritario los proyectos de digitalización, ayudas para las pymes, para una Europa más verde y para evitar elementos como el carbón, por ejemplo. También habrá fondos para el transporte, las infraestructuras, la conectividad digital y para cuestiones como la mejora del empleo, del acceso a la educación y a la sanidad.
—La Comisión Europea ha propuesto que en la clasificación de las regiones se incluyan variables como la inmigración, el efecto del cambio climático o la falta de estudios...
—Sí, y Andalucía es especialmente vulnerable en estos aspectos. Es la primera línea de gestión de los flujos migratorios que vienen de África.
—¿Cómo se ve Andalucía desde Bruselas? ¿Qué imagen hay de esta tierra en las instituciones europeas?
—Entre otras cosas, se ve a Andalucía como una región muy solidaria con la inmigración. Los andaluces son, sobre todo, gente muy solidaria que ha acogido e intentado integrar los flujos de inmigración que reciben.
—¿No hay cierto resquemor entre los países que ponen el dinero para ayudar a regiones como Andalucía por el lento avance económico?
—Es cierto que hay un cierto hartazgo de esos países del Norte, que son contribuyentes de fondos, con los del Sur, receptores de fondos. Es una desconfianza que se abrió sobre todo con la crisis económica. Pero en la UE las crisis se superan muy rápido y ya estamos en otra cosa. A la crisis económica Norte-Sur ahora le sustituye la del Este con el Oeste por la inmigración y la crisis de identidad con los nacionalismos.
—Una misión de eurodiputados acaba de estar tres días visitando Doñana para analizar los peligros a los que se enfrenta el espacio natural. ¿No es poco tiempo para conocer toda la realidad del parque?
—Estos tres días son el culmen de un trabajo que comenzó hacer años, cuando se presentó la primera petición ante el Parlamento Europeo, en 2009. Los eurodiputados han leído muchísimos informes, se ha hecho un estudio enorme y además se ha llevado a todas las partes a Bruselas para que pudieran contar su punto de vista.
—¿Conocen los andaluces cómo les afecta la Unión Europea y su legislación en su día a día?
—En general los ciudadanos europeos olvidan cuánto les afecta lo que se hace desde las instituciones europeas. El 80% de las leyes y normativas que afectan a un andaluz en su día a día vienen de Europa. Pero es igualmente importante explicar los proyectos que se financian aquí con dinero de la UE.
—¿Como cuáles?
—En Sevilla la Unión Europea ha invertido más de 20 millones de euros en proyectos verdes; el parque aeronáutico Aerópolis está cofinanciado por Europa; en la Universidad de Sevilla hay un proyecto de investigación en economía circular cofinanciada con fondos europeos; en Huelva se investiga, con fondos de la UE, cómo alargar la vida útil de la fresa...
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