Educación

Las lideresas del futuro que incuban las aulas de la Universidad de Granada

La Cátedra de Talento y Liderazgo, pionera en España, forma a los mejores cerebros en competencias empresariales

Las 15 estudiantes que se están formando en la Cátedra de Talento y Liderazgo de la Universidad de Granada ABC

Leo Rama

Ellas dicen ser «normales». Todo lo normal que se puede ser cuando apenas superas los 20 años y estás llamada a ser una de las lideresas del futuro . La Cátedra de Talento y Liderazgo forma sin apuntes ni exámenes a los mejores cerebros de la Universidad de Granada para enseñar competencias que a menudo echan en falta las empresas: creatividad, comunicación, capacidad de trabajo en equipo, desarrollo personal … Aquellas habilidades intelectuales que demanda la sociedad del siglo XXI y que ahora se potencian en la única incubadora de liderazgo que existe en España.

Desde hace varios años, la Cátedra de Talento y Liderazgo desarrolla programas pioneros para alumnos universitarios con un perfil excelente gracias a la financiación de la multinacional de recursos humanos NGA, con una importante sede en Granada , que además ofrece a todos estos estudiantes su primera oportunidad laboral.

No sólo con prácticas, sino a veces directamente con contrato. «La inserción laboral de todos los alumnos ha sido del 100% y en NGA se han querido quedar la mitad» , apunta a ABC la coordinadora de la cátedra, Lola Vidal. La idea partió de la propia empresa, que demandaba trabajadores que no se limitaran a disponer de una buena formación teórica, sino que dispusieran de otro tipo de herramientas sociales.

Y NGA les encuentra acomodo, independientemente de su perfil profesional. Físicos, químicos, traductores, matemáticos, ingenieros… «No es tan importante la teoría como la capacidad de razonar», apunta Vidal: «NGA va buscando esos cerebros, está invirtiendo en talento, pero no para la empresa, porque no hay una obligación de trabajar en ella».

«La empresa nos ha dicho que el rendimiento de estos chicos es brutal, excepcional », insiste Lola Vidal, que cuenta con el orgullo de una madre que NGA ha recibido felicitaciones por parte de grandes clientes, como Repsol, Telefónica o HP. No en vano, NGA, en pleno proceso de fusión, con las implicaciones organizativas y presupuestarias que acarrea, ha decidido seguir manteniendo su mecenazgo por los buenos resultados obtenidos hasta el momento y sopesa exportar el modelo a otros países.

Líderes con valores

Y no cualquiera puede acceder a esta oportunidad. La Universidad de Granada se encarga de escudriñar los mejores expedientes de diferentes carreras y másteres que luego pasan por un proceso de selección en el que también participa NGA. «Tiene que ser gente que está muy motivada, porque el tiempo es muy valioso para los alumnos que están a este nivel… Si tienen esos expedientes es porque le echan muchas horas».

Una vez dentro del programa, la exigencia es alta ; pero sin exámenes ni apuntes. Con dinámicas experienciales, como talleres o charlas. La finalidad no es que los chicos se aprendan un temario, sino que se trata de una formación puramente práctica, fundamentada en la «bioneuroemoción» : «Queremos que esos conocimientos se queden ahí y para eso necesitamos que se emocionen, porque de otra manera se olvidarían fácilmente».

El objetivo es hacer que surjan «líderes diferentes, que crean en sí mismos». Frente al «ordeno y mando» tradicional, esta formación va enfocada a explotar el liderazgo en valores para la sociedad del futuro: «No es palabrería», asevera Vidal. «Nosotros no los enseñamos a ser jefes, sino a guiar a un equipo de gente que es mejor que el jefe para que sean capaces de dar un sitio a cada trabajador… y así se crean equipos de alto rendimiento, consiguiendo que haya motivación y sinergias».

El director de la Cátedra de Talento y Liderazgo, J. Alberto Aragón, destaca que esta formación, además de permitir el acceso a trabajos «de alto potencial en el ámbito tecnológico», responde también a una necesidad que tiene España : «Que el mayor volumen posible de población pueda dedicarse a actividades con futuro y alto valor añadido… No es sólo justo socialmente, sino también rentable económicamente».

«¿Por qué no?»

La Cátedra de Talento y Liderazgo ha desarrollado ya varios programas de este tipo y actualmente imparte uno específico para «Mujeres 4.0» ; un selecto grupo de 15 chicas entre las que se encuentran Alba Sánchez Montalvo, que ha estudiado Biotecnología, y Noelia Sánchez Pujante y Esther Castillo Pérez, ambas estudiantes de Traducción e Interpretación. Las tres han seguido formándose con másteres, y ahora se preparan para ser las lideresas del futuro. «¿Por qué no?», bromean en un arrebato de amor propio.

«Somos normales», dejan claro entre risas . «Yo era chica diez antes de la carrera, me he quedado entre sobresaliente y notable», comenta Alba Sánchez: «No importan tanto las calificaciones como tal, sino tu actitud…». «Y el esfuerzo, porque también depende del empeño que le pongas», apostilla Esther Castillo: «La nota es sólo un número». «Tenemos una media buena», reconoce Noelia Sánchez, aunque recuerda que han podido acceder a este programa tras pasar un riguroso proceso de selección por sus capacidades individuales.

Todas coinciden en que se trata de una experiencia «enriquecedora» que les ha sido útil, además, para empoderarse . Han hecho piña y han mejorado como personas. «Nos ha servido para conocernos mejor a nosotras mismas, saber lo que no tenemos, lo que tenemos que mejorar», señalan, satisfechas con la formación que están recibiendo, mientras hablan de la alegría, la responsabilidad y el compromiso con humildad: «Aún nos queda mucho por aprender».

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